Mitos sobre la lactancia materna: "Los bebés hacen menos tomas a medida que pasan los meses"

Son muchas las mujeres que deciden dar el pecho a sus hijos recién nacidos y son muchas las que se lo replantean pasados unos días porque se dan cuenta de que eso de “dar el pecho a demanda” es diferente a como lo imaginaban.

Como he dicho en más de una ocasión, hay padres que creen que el bebé que ha de nacer comerá y dormirá y les dejará seguir haciendo sus vidas, con la salvedad de que cada 3 a 5 horas mamará un poquito para volver a dormir tranquilo solo en su cunita.

Es cierto que algún niño de estos nace de tanto en cuanto, pero son una minoría, pues la mayoría de bebés que maman a demanda lo hacen cada hora, cada hora y media, a veces menos y a veces más.

Ante el desespero de la madre, que lo considera un problema y que empieza a buscar solución, mucha gente acaba verbalizando un mito sobre la lactancia materna: “Los bebés hacen menos tomas a medida que pasan los meses”.

Por qué maman tan a menudo

Antes de entrar en materia creo que es necesario explicar un poco por qué los bebés maman tan a menudo haciendo que algunas madres, con otras expectativas, acaben bastante agotadas.

La leche materna se digiere muy rápido, tanto, que cuando un bebé hace una toma completa, llenándose de leche materna, a los noventa minutos tiene el estómago vacío de nuevo.

En ese momento (o incluso antes), puede pedir tranquilamente el pecho porque vuelve a tener hambre, o bien puede decidir esperar un poco porque prefiere dormir o hacer otra cosa.

Cuando una madre me dice sorprendida que su hijo mama cada 2-3 horas suelo decirle que “aún tienes que dar gracias, porque te está regalando hasta una hora y media de tiempo”.

Digamos que los bebés tienen que, además de vivir, engordar y crecer. En el primer año triplican su peso y aumentan la mitad de su estatura al nacer, así que tanto crecimiento no puede conseguirse sin comer muchísimo. Como tienen un estómago muy pequeñito que no deja albergar tanto alimento como el nuestro, es lógico que tenga que comer a menudo, muy a menudo.

Cuántas tomas hacen los bebés

Es complicado decir cuántas tomas hacen los bebés porque cada bebé lo hace a su manera y cada madre lo hace también a su manera.

Se dice que en Occidente lo normal es que hagan entre ocho y doce tomas al día (o sea, que mamen de media cada 2-3 horas).

En otras culturas, sin embargo, al tener otras costumbres, la cosa funciona diferente. Hay culturas donde los bebés van colgados de sus madres prácticamente todo el día. Teniendo el pecho ahí cerquita suelen aprovechar para mamar muchas más veces que nuestros bebés, con la salvedad que están menos tiempo cogidos al pecho. Son niños que también engordan y crecen, así que no se puede decir que lo que hacen sea anormal, sino que su “lactancia a demanda” funciona diferente porque los bebés demandan diferente y las madres ofrecen de otro modo.

“A partir de los tres meses empiezan a espaciar las tomas”

Los niños van creciendo y cada vez son más expertos en mamar. Lo que de bebés comían en 15 o 20 minutos (a veces más entre que se dormían al pecho y se volvían a despertar) ahora lo hacen en menos tiempo. Tienen más fuerza, son más expertos y en cinco minutillos son capaces de comer más cantidad que de bebés en el triple de tiempo.

Esto es una realidad lógica, sin embargo se suele decir que además de mamar mejor, tardan más tiempo en tener hambre, hacen menos tomas, y esto no es real. Esto es un mito.

Es un mito porque la lactancia a demanda es difícil de cuantificar, como hemos dicho. Según explica Carlos González en su libro “Un regalo para toda la vida”, basándose en un estudio realizado en 1999 para saber quién controlaba la frecuencia de las tomas, si la madre o el hijo, el número medio de tomas al día en una ciudad alemana es de 5,7 tomas, siendo de 8,5 en Oporto, de 6,5 en Madrid y de 7,2 en Barcelona.

Como vemos, son todas ciudades occidentales, con culturas similares y bebés idénticos. ¿Cómo es posible que dando lactancia a demanda a los mismos bebés unos mamen más a menudo que otros? Pues fácil, porque hay muchas maneras de pedir comida y hay muchas maneras de interpretar las demandas.

Ya hace un tiempo explicamos que para un bebé demandar alimento no es llorar, sino moverse, despertarse, meterse la manita en la boca, abrir y cerrar rítmicamente los labios, sacando la lengua, y que en el momento que lloran es que ya tienen mucha hambre (algo así como el que espera en un restaurante a que le llegue la comida y enfadado se levanta: “¿Me traen la comida ya? ¡O tengo que ir a otro sitio a comer!”).

Si una madre ve que su hijo se despierta y empieza a moverse y piensa que es porque tiene hambre siempre le dará de comer antes que una que ve que se ha despertado pero no tiene hambre porque no llora.

Si un bebé llora porque tiene hambre y su madre enseguida le da el pecho, este bebé mamará más veces que otra madre que ve llorar a su hijo y piensa que “no puede tener hambre porque ha comido hace nada”, le da el chupete y le pasea o lo entretiene con otra cosa.

No es que al crecer hagan menos tomas al día, es que las madres lo creen

Si una madre cree que su hijo ya tiene tres o cuatro meses y que ahora hace menos tomas al día hará exactamente lo que cree, darle menos veces al día. Cuando su hijo abra la boca o se lleve las manos a la boca por hambre creerá que está jugando o que le molestan los dientes. Cuando llore y haga poco que ha comido pensará que necesita un poco de estimulación, o un paseíto por la calle porque todavía no han salido de casa.

De ese modo, ciertamente, ese bebé hará menos tomas al día, pero no porque no las pida, sino porque la madre le dará menos veces.

Las madres que desconocen este mito o que directamente no creen en él y siguen dando el pecho cuando el niño está pidiéndolo, o cuando parece que lo puede estar pidiendo, observan (en mis hijos sucedió así) que siguen mamando con la misma frecuencia incluso con 5 ó 6 meses. Sí es cierto que por la noche empiezan a perdonar alguna toma y que por el día alargan más en alguna, pero también es cierto que parece que las recuperen estando despiertos, viendo que al final, el total de tomas es muy similar.

¿Y entonces nunca espaciarán las tomas?

Si dejamos que nuestros hijos tomen el pecho a demanda y entendemos como demanda los primeros signos de hambre comentados las tomas serán siempre muy similares. Esto no quiere decir que siempre vayan a mamar de 8 a 12 veces al día, básicamente porque a los seis meses empiezan a comer y algunos niños sí maman un poco menos. Otros maman aún cuando han comido, así que se suele decir que “no perdonan una”.

Está claro que en algún momento espacian más las tomas porque comen más comida, se entretienen más con otras cosas y, aún con hambre o ganas de estar con mamá, pueden aceptar algo que sustituya ese momento.

Si todo esto que he comentado hoy supone algún problema para alguna madre, que acaba de ver el cielo ennegrecerse ante la expectativa de seguir dando durante meses de mamar a su hijo cada 2-3 horas, sólo puedo decirle que siempre puede hacer como que no ha leído nada y seguir pensando que realmente los bebés van espaciando las tomas.

Ahora bien, si ve que con eso de dejar pasar más tiempo el niño se queda con hambre, le recomiendo no caer en la tentación de comprar leche artificial para suplementar la leche materna. Basta con volver a la frecuencia inicial y todo volverá a la normalidad.

Fotos | Coatl28, viralbus, Raphael Goetter en Flickr
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