El trastorno alimentario aparece ligado a la depresión posparto, tanto en mujeres que anteriormente habían padecido anorexia o bulimia y la habían superado, como en mujeres a las que les aparece por primera vez. La tristeza que les produce tener que dejar a su bebé para incorporarse al trabajo, sumado a la preocupación de estar delgadas para que sus compañeros las vean bien, puede desencadenar en un trastorno alimentario. Mª Carmen González afirma que en su asociación tienen muchísimos de estos casos y que para ellas crearon hace cinco años la Unidad de Maternaje. Las mujeres que padecen o han padecido trastornos alimentarios, reciben ayuda durante todo el proceso del embarazo y la maternidad, pues si “han perdido el sentido de su alimentación, posiblemente no sepan alimentar a sus hijos.
También ayudan a las mujeres que por primera vez sufren la enfermedad tras haber dado a luz, mujeres que dejan rápidamente de dar el pecho a su bebé para ponerse a dieta.
A las mujeres que han padecido o padecen trastornos de alimentación, les pedimos que piensen en cuidarse y en lo importante que es tener salud, tanto por ellas mismas como por sus futuros hijos.