Durante la menopausia, el cuerpo de la mujer experimenta cambios físicos pero también psicológicos y emocionales (confusión mental, cambios de humor...). En cuanto a estos últimos, y durante mucho tiempo, algunos médicos sugerían a las mujeres que 'todo estaba en su cabeza'.
Ahora, las nuevas investigaciones sobre el cerebro muestran que tenían razón, pero no porque las mujeres lo estén imaginando; realmente, su cerebro cambia con esta etapa de la vida, y esto tiene un impacto en su comportamiento, sobre todo en su memoria y en otros aspectos de la menopausia.
La menopausia cambia nuestro cerebro
Y es que los estudios de imágenes cerebrales de mujeres, realizados antes, durante y después de la menopausia, revelan cambios físicos dramáticos en la estructura, la conectividad y el metabolismo energético.
Según Lisa Mosconi, neurocientífica, profesora asociado de neurología y radiología en Weill Cornell Medicine en Nueva York, además de autora del libro "The Menopause Brain", estos cambios no sólo son visibles en las exploraciones, sino que muchas mujeres también pueden sentirlos.
Según la neurocientífica, "la menopausia sí afecta al cerebro", pero aclara "No estamos locas. No vamos a perder la cabeza". En sus investigaciones, Mosconi y sus colegas han estado obteniendo imágenes del cerebro de las mujeres y han descubierto que el volumen de materia gris se reduce en áreas del cerebro involucradas en la atención, la concentración, el lenguaje y la memoria.
Por otro lado, también se producen cambios en la conectividad. Esto significa que algunas áreas involucradas en las funciones reproductivas se vuelven menos conectadas, mientras que otras regiones se vuelven más conectadas.
Además, explica Mosconi, hay disminuciones en los niveles de energía del cerebro, lo que significa que el cerebro extrae glucosa del torrente sanguíneo y no la quema tan rápido o, tal vez, tan eficientemente como antes. Aunque se necesita más investigación, algunos de estos cambios podrían ayudar a explicar algunos de los síntomas de la menopausia.
El cerebro se adapta de forma inteligente a su nueva biología
Por suerte, el cerebro es muy inteligente, y para la mayoría de las mujeres, los síntomas tienden a ser temporales y luego mejoran o disipan después de la menopausia. Mosconi explica que, esto sugiere que "el cerebro se está adaptando a su nueva biología".
Estas "adaptaciones inteligentes" permiten a las mujeres vivir hasta un tercio de sus vidas después de esta transición. Por ejemplo, el cerebro intenta compensar estos cambios mediante un aumento del flujo sanguíneo y la producción de energía.
Cuando se habla de menopausia, el discurso tiende a ser muy negativo; por eso estos resultados, afirma la investigadora, espera que puedan romper el estigma y hacer de la menopausia una parte aceptada y bienvenida de la vida de una mujer.
Cambios en la memoria durante la menopausia
Muchas mujeres informan de que, durante la menopausia, experimentan confusión mental: fallos cognitivos caracterizados por olvidos. Pauline Maki, profesora y directora del programa de investigación sobre salud mental de las mujeres de la Universidad de Illinois en Chicago, citada en The Guardian, explica que la capacidad de las mujeres para aprender y recordar material verbal disminuye, en promedio, durante la menopausia.
Más allá de los cambios en el cerebro, la caída de los niveles hormonales también podría explicar por qué a algunas personas les ocurren problemas de memoria. Pero curiosamente, los sofocos pueden ser un mejor indicador que los niveles de estrógeno de quién tendrá estos problemas cognitivos. Según Maki "Lo que encontramos es que cuantos más sofocos tienen las mujeres, peor es su memoria".
En relación a ello, las primeras investigaciones sugieren que el rendimiento de la memoria se recupera cuando se tratan los sofocos.
Cómo afrontar todos estos cambios y cuidar nuestro cerebro
No se trata de ignorar o de restar importancia al malestar que generan todos estos cambios, sino todo lo contrario; reconocerlo, aceptarlo y validarlo, ya que negar la realidad dificulta el poder poner en marcha estrategias que puedan ayudar. ¿De qué estrategias hablamos?
Sobre todo, de modificaciones en el estilo de vida incluso antes de experimentar los primeros síntomas de la menopausia. Se trata de mantener el cerebro sano mediante una alimentación sana y equilibrada, dormir lo necesario, realizar ejercicio (el ejercicio de fuerza suele ir muy bien), cuidar la vida social, gestionar el estrés y potenciar la inteligencia emocional para entender y regular las propias emociones.
Y sobre todo, evitar hábitos tóxicos como fumar o beber; de hecho, según un estudio, fumar mucho, por ejemplo, puede desencadenar una menopausia precoz. Además, es importante poder pedir ayuda psicológica en caso de necesitarla. Un estudio reveló que la terapia cognitivo-conductual, por ejemplo, puede ayudar a aliviar algunos de los síntomas de la menopausia, como los sofocos.
Por otro lado, existen opciones médicas que reducen los síntomas de la menopausia, que siempre deben ser prescritas por un equipo médico, como la terapia hormonal, siempre adaptada y personalizada a cada caso individual.
En una declaración de 2023 , la Sociedad Norteamericana de Menopausia describió la terapia hormonal como "el tratamiento más eficaz" para los síntomas vasomotores como los sofocos y los sudores nocturnos. Sin embargo, no es necesariamente la mejor opción para todos, de ahí la importancia de personalizar cada tratamiento.
Foto | Portada (Película 50 primaveras, 2017)