Muchos lo han catalogado como una escena de la serie Black Mirror de Netflix, por su grado de surrealismo, pero nada más lejos de la realidad. Se trata de la siguiente escena: decenas de streamers grabándose en los barrios más ricos de las calles de China, con una hilera de aros de luz iluminando sus rostros.
Es una realidad cada vez más normalizada en el país asiático. Son jóvenes, en su mayoría chicas, que hacen streamings sentadas en las calles de los barrios más caros del país.
Grabarse en barrios ricos para mostrar su trabajo y ganar más dinero
Naomi Wu, streamer y YouTuber famosa por sus creaciones con una impresora 3D, ha publicado un hilo en Twitter que está siendo muy comentado. En las imágenes, aparecen decenas de streamers chinas que se mueven a grabar a barrios de alto poder adquisitivo (como la zona de Guilin).
¿La razón? Los algoritmos tienden a enseñar a los usuarios lo que está cerca geográficamente, y los barrios de ingresos altos conllevan más donaciones para las streamers. Por eso hacen los directos desde ahí, para optimizar al máximo su trabajo.
Naomi así lo explica:
"Lo que está pasando es que están jugando con la función de ubicación. Las plataformas de transmisión permiten a los usuarios buscar a nivel local: los vecindarios más ricos significan donaciones mucho más altas debido a la disponibilidad percibida del transmisor."
La joven que ha compartido las imágenes explica que las streamers se sienten a gusto compartiendo ese espacio juntas y colaborando entre ellas.
Algunas, muy profesionales
Las streamers hacen de todo, y Naomi opina que, para poder hacer esto, también tienes que tener algún talento, como saber cantar o pintar.
Y lo cierto es que hay algunas streamers muy profesionales; algunas incluso tienen un equipo que responde a sus necesidades, en su mayoría micrófonos de mano para reducir el ruido ambiental.
También utilizan micrófonos de buena calidad, varios teléfonos, trípodes e incluso, mesas de sonido. En las redes sociales las llaman las "fábricas de streaming".
¿Un entorno inseguro?
Naomi asegura en el hilo que los ingresos pueden ser bastante buenos, aunque la mayoría también tiene trabajos diarios.
Según ella, esta opción de grabarse en los barrios más ricos, en plena calle, no es inseguro: "en tantas transmisiones en vivo, un pervertido sería atrapado al instante [...], también puede acudir la policía, quien podría pedirles que se vayan, aunque no los arrestarán ni nada por el estilo".
Opiniones diversas
Aunque el debate está servido, en los comentarios que provienen de chicos, Naomi señala que hay una tendencia a opinar así: ¡Esto es una distopía! ¡Parece Black Mirror!
En cambio, muchas chicas lo ven como una oportunidad: "Espera un momento, yo y 20 amigas podemos vestirnos bien, sentarnos en la calle cantando canciones y haciéndonos compañía sin que nadie nos moleste. ¿Y ganamos dinero?"
El Gobierno chino establece un código de conducta para influencers
Los llamados influencers cada vez prueban con más cosas, y lo cierto es que este tipo de prácticas han causado un gran impacto en el país, aunque ya se estén normalizando este tipo de escenas.
A raíz de todo, el Gobierno chino ha decidido tomar medidas y ha anunciado que va a obligar a los influencers a demostrar que están debidamente cualificados para hablar de temas divulgativos durante sus streamings.
Además, el Gobierno publicó un código de conducta con 18 puntos y 31 prácticas que están prohibidas, como es el caso de poner en duda "el liderazgo del Partido Comunista".