Los cinco hábitos que hay que dejar después de los 40 años si quieres evitar el envejecimiento prematuro

Mantenerse saludable requiere de practicar ciertos hábitos que nos ayuden a sentirnos bien, tanto física como mentalmente. Entre estos se encuentran algunos ya muy conocidos, como llevar una alimentación equilibrada y manternos activos haciendo ejercicio.

Algunas de estas cosas no sólo influyen en nuestra salud actual, pues también son prácticas que pueden ayudarnos a tener vidas más largas, como ya se ha demostrado con algunos estudios. Pero no solo los hábitos positivos importan: tenemos que fijarnos también en lo que no nos beneficia.

Estos son cinco hábitos que hay que dejar después de los 40 años si quieres evitar el envejecimiento prematuro y tener una vida más larga y saludable.

Dormir poco (o en exceso)

Un buen descanso es necesario para reponer energía y para ayudarnos a funcionar adecuadamente día con día. Pero también, dormir justo lo necesario es clave para la longevidad: estudios afirman que dormir en exceso o dormir pocas horas puede aumentar significativamente el riesgo de mortalidad.

Por otro lado, un descanso inadecuado también puede afectar el metabolismo, hacer que la piel pierda firmeza y elasticidad, así como aumentar el riesgo de padecer ciertas enfermedades, como la demencia y enfermedades del corazón.

Tomar demasiados medicamentos

Aunque es cierto que muchas enfermedades requieren que tomemos algunos medicamentos o tratamientos para tenerlas bajo control o aliviar sus síntomas, tomar demasiados medicamentos no es bueno para la salud.

Estudios han encontrado que tomar múltiples medicamentos puede tener efectos negativos en nuestro cuerpo, como acelerar el declive cognitivo. En este sentido, es importante consultar con el médico si hay alguna alternativa, pues algunas pastillas pueden ser sustituidas por cambios en nuestro estilo de vida.

Pasar muchas horas sentado

El sedentarismo es un mal hábito bastante conocido, pero es especialmente negativo conforme envejecemos. De acuerdo con un estudio de la Universidad de California, no hacer ejercicio y pasar demasiadas horas sentado acelera el envejecimiento celular.

Por otro lado, la falta de actividad física también puede acortar nuestra vida, hacer que nuestros músculos se debiliten y aumentar el riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad y enfermedades cardiovasculares.

No socializar

Mientras que es normal que conforme vamos haciéndonos mayores y aumentan nuestras responsabilidades tenemos menos oportunidades de socializar, es importante no dejar de hacerlo y conformarnos con la soledad. Aunque tener tiempo a solas puede tener muchos beneficios, la falta de socialización también tiene efectos negativos.

De acuerdo con algunas investigaciones, sentirnos solitarios nos hace envejecer más rápido que fumar (y ya sabemos que ese es uno de los peores hábitos para nuestra edad biológica), y pasar demasiado tiempo en solitario puede acelerar el declive cognitivo a partir de los 50 años.

Pensar negativamente

Finalmente, un hábito que quizás es difícil de dejar, ya que se trata de un cambio de mentalidad que no siempre es fácil dejar: pensar negativamente. De acuerdo con varios estudios, tener un mentalidad pesimista no solo puede hacer que envejezcamos más rápido: también puede acortar nuestra vida.

Por otro lado, pensar con frecuencia que no podemos confiar en los demás y enojarse demasiado -algo que en conjunto se define como hostilidad clínica- aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular y enfermedad metabólica.

Foto de portada | Karolina Kaboompics en Pexels

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