Ni dinero ni meditación: una experta en bienestar afirma que la verdadera receta de la felicidad está en las microalegrías

Ni dinero ni meditación: una experta en bienestar afirma que la verdadera receta de la felicidad está en las microalegrías
Sin comentarios

¿Qué nos proporciona felicidad? Para cada persona, la respuesta será distinta. Pero hay algo en lo que muchos estaremos de acuerdo, y es en cómo disfrutamos de aquellos pequeños momentos de placer, como tomar un café con nuestro mejor amigo, una tarde de lluvia y manta en casa, hacer una escapada, disfrutar con un buen libro, que salga el sol después de días de lluvia...

Hablamos de las 'microalegrías'. Jolanta Burke, psicóloga, investigadora de bienestar y profesora titular en el Centro de Ciencias de la Salud Positiva, Universidad de Medicina y Ciencias de la Salud RCSI, asegura, basándose en numerosos estudios, que la verdadera receta de la felicidad está en estos 'pequeños grandes' momentos.

Estos son los beneficios de las microalegrías

Así, las investigaciones en las que se respalda muestran que saborear momentos efímeros de alegría, conocidos como 'microalegrías', tienen un claro beneficio en nuestra salud emocional y en nuestro bienestar a corto y largo plazo. Pero, ¿por qué? Porque tienen un impacto no solo psicológico, sino también fisiológico y social:

1) A nivel fisiológico: mejora nuestro tono vagal

En los estudios también se ha encontrado que practicar microalegrías, a nivel fisiológico, puede mejorar nuestro tono vagal. Esto es importante porque el nervio vago es responsable del sistema de piloto automático de nuestro cuerpo, que regula los procesos en los que no tenemos que pensar, como el ritmo cardíaco, la digestión y la respiración.

Además, tal y cómo demuestran las investigaciones, el nervio vago también está relacionado con los trastornos del estado de ánimo y la ansiedad, y con la regulación del estrés. Por ello, en este sentido, cuanto más estimulado esté, mejor.

2) A nivel social: mejoran nuestras relaciones

Por otro lado, el hecho de experimentar emociones positivas gracias a las microalegrías, mejoran nuestras relaciones y potencialmente nos conducen a una resonancia positiva, esto es una conexión momentánea entre las personas, beneficiosa para nuestra salud, que además aumenta la esperanza de vida y el significado de la misma, según los estudios.

3) Nos ayuda a construir recursos personales

Además, según la psicología positiva, experimentar emociones positivas amplía los repertorios momentáneos de pensamiento y acción de las personas, y esto sirve para construir sus recursos personales duraderos, que van desde recursos físicos e intelectuales hasta recursos sociales y psicológicos.

Es decir, nos ayudan a desarrollar cualidades y fortalezas como el optimismo o la resiliencia, factores protectores de la angustia, la ansiedad o la mala salud mental en general.

Cuántas microalegrías necesitamos experimentar

Pero, ¿cuántas microalegrías necesitamos experimentar diariamente para poder ver este tipo de beneficios? En este caso, a nivel de emociones. Algunos estudios sugieren un número, que es el cinco.

Es decir, para un 'bienestar óptimo', necesitamos experimentar cinco emociones positivas por cada emoción 'negativa' (como sería la ira, la tristeza, la frustración...). Como sabemos, todas las emociones son válidas y necesarias, y no hay 'buenas o malas' (aunque sí algunas más difíciles de transitar); la clave está en el equilibrio y en la gestión.

Pero según los estudios, cuantas más emociones positivas experimentes al día, mejor. Además, las emociones positivas producidas por las microalegrías, no solo propician esta felicidad momentánea de la que hablamos, sino que, tal y cómo aseguran las investigaciones, también ayudan a desarrollar nuestra autorregulación, es decir, nuestra capacidad para gestionar los impulsos para conseguir un objetivo o establecer un hábito.

Cómo impulsar estas microalegrías

¿Cómo buscar esta alegría en las pequeñas cosas? Cada persona deberá encontrar su propia fórmula, pero hay algunas estrategias que nos pueden ayudar. Por ejemplo, ser agradecidos, cambiar nuestra rutina introduciendo cambios que nos hagan sentir bien (con cosas que nos hagan conectar con el placer) y buscar momentos de humor (buscar el lado positivo o gracioso de las cosas).

También, ser optimistas, ser espontáneos o perseguir momentos de conexión y risas compartidas con desconocidos, vecinos o conocidos y hacer pequeñas pausas de descanso en la rutina. Esto último nos ayudará a saborear el simple hecho de estar vivos, apreciando los pequeños momentos de plenitud y alegría.

Foto | Portada (Película Intocable, 2011)

Temas
Inicio