Este es el tipo de comportamiento que tienen los adolescentes que siempre están a la defensiva

La adolescencia es una etapa llena de retos, para los jóvenes y para sus padres. En esta etapa característica puede aparecer en ellos pasotismo y apatía, sentimientos de incomprensión ("tú no me entiendes"), necesidad de independencia y libertad, aislamiento, etc. Y entre estos comportamientos y sentimientos, puede aparecer el hecho de estar siempre a la defensiva, protegiéndose o pareciendo que todo les molesta.

Esto, al final, es un mecanismo de defensa psicológico; como una coraza que se construyen para que no les dañen y preservar así su fragilidad o sensibilidad, que se suma a la dificultad para gestionar las emociones y a posibles inseguridades, y que les lleva a crear distancia con los demás. En este artículo hablamos del comportamiento habitual en adolescentes que están a la defensiva.

Eso sí, es importante recordar que el comportamiento defensivo de los adolescentes no siempre es evidente. A veces, puede manifestarse de manera sutil o disfrazada bajo una apariencia de indiferencia o desinterés. Sin embargo, es importante darle a estos comportamientos la atención que merecen y no restarles importancia. Pero antes, debemos aprender a detectarlos.

1) Negación o atribuir las causas de lo que les sucede "fuera"

Película 'Las ventajas de ser un marginado' (2013)

Uno de los principales comportamientos que muestran los adolescentes a la defensiva es la negación. Así, pueden negar rotundamente cualquier crítica o sugerencia, incluso cuando está claramente fundamentada, y responsabilizar a los demás de lo que les sucede.

Por ejemplo, si un adolescente recibe una nota baja en un examen, es posible que reaccione diciendo: "El profesor me tiene manía" o "El examen estaba mal hecho". Como decíamos en la introducción, esta negación es en realidad una forma de protección para evitar enfrentar la realidad y sentirse vulnerables.

2) Actitud desafiante o irritabilidad cuando se sienten amenazados

Otro comportamiento común en estos adolescentes es la actitud desafiante (a la que se le suma irritabilidad; parece que todo les molesta). Así, los adolescentes a menudo adoptan una postura desafiante para protegerse de lo que perciben como una amenaza para su autonomía o identidad (que aún es cambiante).

Por ejemplo, pueden responder a las reglas o normas establecidas con respuestas como: "No pienso hacerlo, es una tontería" o "¿Por qué debería seguir tus reglas?". Esta actitud desafiante es una forma de mantener su independencia y control, incluso cuando no es necesariamente lo más conveniente.

3) Evasión de la realidad

La evasión es otra táctica (a veces inconsciente) que emplean los adolescentes a la defensiva. Cuando se enfrentan a situaciones difíciles o conversaciones incómodas, pueden intentar evitar el problema en lugar de enfrentarlo directamente.

Por ejemplo, si se les pregunta sobre sus planes para el futuro, podrían responder vagamente con frases como: "Ya veré qué hago" o "No me preocupa eso ahora". Esta evasión tiene también su función, y es que les permite evitar sentirse presionados o juzgados.

4) Proyectar sus inseguridades

Película 'A cambio de nada' (2015)

Otro comportamiento de los adolescentes a la defensiva es recurrir a la proyección de sus propias inseguridades o problemas. De esta forma, para evitar enfrentar sus propias dificultades, tienden a atribuir sus problemas a otras personas o circunstancias externas (les cuesta responsabilizarse).

Por ejemplo, si un adolescente está luchando con su autoestima, podría criticar a otros por ser "superficiales" o "falsos". Esta proyección les permite desviar la atención de sus propias luchas internas.

5) Recurrir al sarcasmo o la ironía


La sarcástica o ironía es otra forma de comportamiento defensivo común en los adolescentes. Utilizan el sarcasmo o la ironía como una forma de protección contra las críticas, para enmascarar su inseguridad o para protegerse de algo que les duele. Por ejemplo, si se les hace una observación sobre su comportamiento, responden con un comentario sarcástico como: "¡Oh, perdón por ser tan perfecto!" o "¡Qué sorpresa, otra crítica!".

O bien, recurren a la ironía; "Claro, a mí también me parece perfecto que no vengas, seguro que tienes cosas más importantes que hacer" (aunque les duela). Así, esta actitud sarcástica o irónica les permite mantener una barrera emocional y evitar sentirse heridos.

Fotos | Portada (Película Al filo de los diecisiete, 2016)

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