Esta patología se puede adquirir a través de ciertos alimentos contaminados por el agua, la tierra, los animales… Las personas con el sistema inmunitario débil son más propensas a contagiarse.
Dos investigadores de la Universidad de California, sugieren que una vez que la bacteria que provoca la listeriosis (la Listeria monocytogene) atraviesa la placenta para atacar al feto, se puede multiplicar e invadir el resto del organismo. “Instalada" en la placenta está a salvo de las defensas de la mujer embarazada y puede seguir creciendo sin que el sistema inmune le ataque.
Eliminando la placenta, sería más factible rechazar la enfermedad, por lo que el aborto natural podría haber evolucionado como mecanismo defensivo. Ojalá estos estudios y los que se sucedan, sirvan para prevenir y solventar las consecuencias de esta terrible enfermedad.
Vía | Genciencia En Bebés y más | Los quesos en el embarazo