Ante el debate social que se ha abierto en torno al anteproyecto de reforma de la Ley del aborto, Bebés y más quiere unirse y ofrecer opiniones de diferentes expertos sobre esta cuestión. Hoy entrevistamos a la bióloga Irene García Perulero, divulgadora en temas de salud sexual y reproductiva y sobre temas de violencia contra la mujer.
¿Crees que ha habido suficiente debate social previo a los cambios introducidos en la Ley del aborto que va a entrar en vigor?
El debate social sobre la interrupción voluntaria del embarazo sucedió en nuestro país en 1985, cuando se aprobó la primera ley.
En este momento no sólo no ha habido un debate social previo puesto que no era un asunto que la sociedad demandase, sino que el escaso debate social ha sido en mi opinión bastante tramposo y demagógico, como por otra parte suele suceder cuando se trata de un tema tan complicado como éste.
¿Tiene sentido un debate filosófico sobre a partir de que momento una persona debe ser considerada persona?
Desde el punto de vista biológico o al menos desde mi punto de vista particular de bióloga la vida comienza en la concepción. Cuando el espermatozoide fecunda al óvulo ya existe un individuo diferente de sus padres, nuevo, con su carga genética única y todas sus potencialidades únicas. Claro, cuanto más cerca estemos del momento de la concepción la vida es más frágil, pero ya existe. El debate real sería por tanto más jurídico que filosófico. Buscar un punto de inflexión en el que se pase de tener una vida sin derecho a protección o con menos derechos que los del ser humano que la permite, que es la madre, a tener un ser humano de pleno derecho es, para mí, bastante complicado.
El problema del aborto es que se produce casi sin lugar a dudas uno de los conflictos de intereses más difíciles de resolver.
Un embarazo es un proceso fisiológico continuo y bastante complejo, un bebé no nacido existe porque la madre le cede su cuerpo ¿Cuándo tiene la madre los mismos o incluso menos derechos que el niño?
Buena pregunta y responderé con más preguntas. ¿Justo en el momento de la fecundación? ¿Cuando el zigoto anida en el endometrio? ¿Cuando hay latido cardíaco? ¿Cuando se forma el sistema nervioso y aparecen características como el dolor, las emociones o los recuerdos en un proceso continuo y bastante desconocido? ¿Cuando el bebé ya es viable fuera del útero materno? ¿Cuando el nuevo ser humano tiene conciencia de sí mismo?
¿Qué sucede en los países menos restrictivos?
Los países con leyes menos restrictivas consideran la viabilidad fuera del útero como el punto de inflexión clave y tal vez sea una buena opción, puesto que en ese momento los derechos de uno y de otro se pueden proteger por separado.
El debate moral es, en este caso, una cuestión individual y bastante difícil de juzgar, al menos para mí.
Yo, por ejemplo, tendría bastante conflicto moral si me viera en la necesidad de decidir. Creo que además no se valora el factor emocional. Uno de los momentos más importantes y que nunca se tienen en cuenta al debatir estas cosas es el momento en que la mujer confirma que va a ser madre, para mí ese momento, que es cuando aparece el conflicto personal, es cuando empieza la vida.
¿Cual es el porcentaje de abortos naturales en el ser humano?
Como he dicho antes cuanto más próximos al momento de la concepción estemos más frágil es la vida. Se calcula que entre un 30 y un 50% de los óvulos fertilizados se pierden en forma de algo que se conoce como microabortos. Dicen los científicos que la mayoría de las mujeres hemos sufrido alguno, pero como el óvulo fertilizado se expulsa durante la siguiente menstruación ni siquiera somos conscientes. En cuanto al resto de abortos espontáneos se producen entre un 10 y un 20% de los embarazos, el 80% de ellos antes de la semana 12.
¿Existen mecanismos biológicos o provocados en los que las hembras de otras especies aborten si no es el momento adecuado para parir hijos?
Existen mecanismos biológicos por los que las hembras de la especie humana “abortan” o directamente no conciben si no es el momento adecuado para tener hijos. El estrés es un factor clave en el número de casos de partos prematuros o de niños de bajo peso que aumenta cada año en los países occidentales.
Afortunadamente y lo digo por experiencia propia, en países como el nuestro ya estamos acostumbrados a las altas tasas de supervivencia de estos niños, pero no hay que olvidar que un bebé de 27 semanas o de un kilo de peso sobrevive hoy principalmente gracias a los avances científicos, no porque ya pueda sobrevivir solo. El estrés también es una de las causas del aumento de la infertilidad secundaria idiopática (sin causas fisiológicas claras).
Las mujeres anoréxicas o sometidas a mucho estrés pueden llegar a no ovular y sin ovulación no hay embarazo. Y probablemente también sea la causa de muchos de los abortos espontáneos.
Los animales en cautividad, sometidos a estrés, no se reproducen con normalidad. Y en la naturaleza se conocen muchos casos de infanticidios, no sólo por parte de las hembras, sino también y de forma muy común llevados a cabo por los machos. Esto se produce en leones, por ejemplo, y también entre algunos primates. Si los animales salvajes hacen algo para abortar como comer ciertas hierba, es un tema bastante interesante, pero la verdad es que lo desconozco. No sé si es necesario.
¿Que una mujer sea obligada a parir un hijo que morirá a las pocas horas o sufrirá de por vida por malformaciones, o un hijo que no es deseado, por leyes hechas en su mayoría por hombres, ¿es violencia de género estructural?
Es indiferente quién la haya redactado, aunque que hayan sido 15 hombres es un dato bastante curioso. Toda ley que considere a la mujer como un individuo que o bien necesita tutelaje, o aparentemente es perverso y necesita contención como parece deducirse de todo el debate generado por esta ley me parece tremendamente misógina y no sólo es violencia de género, es violencia contra la humanidad. La violencia contra las madres es la madre de todas las violencias. En el caso de los bebés con malformaciones me parece además que se va a someter a las madres y también a los padres a una tortura extra innecesaria.
¿Evitará esta ley los embarazos no deseados?
Por supuesto que no y ése es el meollo de la cuestión. No hay nada en la ley que permita deducir siquiera una reducción de los embarazos no deseados. La reducción de embarazos no deseados es un asunto además transversal, que afecta a muchos aspectos de la vida en general.
¿Esta ley hará disminuir los abortos?
La Organización Mundial de la Salud ya ha advertido en numerosas ocasiones de que las leyes de interrupción del embarazo más restrictivas no sólo no disminuyen el número de abortos, sino que aumentan la mortalidad materna.
En el caso de España, que ya tenía una ley bastante avanzada, habrá que ver qué sucede a efectos prácticos. Tal vez con suerte el proceso sólo sea un poco más doloroso y por tanto más violento. Pero hay que tener en cuenta cosas como que si se derivan los abortos desde la seguridad social hacia clínicas privadas y se alarga el plazo para poder abortar es posible que disminuyan además los abortos farmacológicos que son menos invasivos, tienen menos riesgo y son más baratos que los abortos quirúrgicos, que es otro dato a tener en cuenta.
¿Esta ley no reconoce que el nasciturus tiene derecho a nacer sean cuales sean las circunstancias?
No. La ley permite el aborto en caso de violación, por ejemplo.
Mañana vamos a publicar la segunda parte de esta entrevista a la bióloga Irene García Perulero, divulgadora en temas de salud sexual y reproductiva y en temas relacionados con la violencia contra la mujer. Seguiremos analizando la Ley del aborto y su reforma.
Imagen| Flickr. GrahamandSheila En Bebés y más | Llega la nueva ley del aborto: ¿qué cambios supone?, ¿Son las chicas de 16 años capaces de decidir sobre el aborto?, Cómo disminuir las tasas de aborto sin prohibirlo (Gallardón, lee esto)