El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es un problema de salud frecuente que puede afectar tanto a adolescentes como a mujeres adultas, y que está asociado a un desequilibrio de las hormonas sexuales femeninas que puede provocar cambios en el ciclo menstrual. Este síndrome afecta la calidad de vida de las mujeres que lo padecen, presentando diversas molestias físicas como acné, migrañas y exceso de vello corporal, así como aumentar las dificultades para embarazarse y/o presentar problemas en el embarazo, como diabetes gestacional, preeclampsia o parto prematuro.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) el SOP es un problema de salud pública significativo y es uno de los trastornos hormonales más comunes que afecta a las mujeres en edad reproductiva. Se estima que el 8-13% de las mujeres en edad reproductiva se ven afectadas por esta condición, y hasta el 70% de los casos no están diagnosticados, por lo que la cifra sería aún mayor.
A pesar de padecerlo millones de mujeres en el mundo, el SOP ha sido por 90 años un problema sin cura, cuyo tratamiento se ha enfocado únicamente en aliviar y controlar los síntomas que ocasiona. Pero un nuevo tratamiento experimental da esperanzas.
El primer tratamiento para el SOP podría llegar en 2026
El Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, lleva varios meses realizando un estudio clínico llamado SPIOMET4HEALTH, cuyo objetivo es encontrar el primer tratamiento específico para tratar el SOP. Actualmente, este ensayo se encuentra en fase II y se lleva de forma internacional en España (Barcelona y Girona), Italia, Dinamarca, Turquía, Austria y Noruega.
De acuerdo con información de la web oficial del ensayo, este tratamiento experimental implica tomar un comprimido de una combinación a dosis bajas de tres fármacos que se han utilizado previamente para aliviar los síntomas del SOP (espironolactona, pioglitazona y metformina) a la misma hora todos los días, acompañado de un estilo de vida saludable.
El objetivo de este medicamento, es ayudar a normalizar la ovulación y las hormonas, de modos que puedan revertirse las alteraciones y desequilibrios ocasionados por el SOP.
Una vez concluida la fase II, las fases III y IV consistirán en comparar el tratamiento con métodos actuales similares o placebo, y posteriormente evaluar la seguridad y eficacia del producto en combinación con otros tratamientos y probarlo en un mayor número de pacientes.
El ensayo, que inició en 2021 y tendrá una duración de cinco años, es coordinado por un equipo de investigadores del Institut de Recerca Sant Joan de Déu liderado por la galardonada doctora Lourdes Ibáñez y está financiado por la Comisión Europea, contando con un consorcio de 17 organizaciones.
"Esperamos que gracias a estos proyectos disminuya el número de adolescentes y mujeres jóvenes con SOP, mejora su calidad de vida y se reduzca la carga económica sobre los sistemas sanitarios europeos", comentó el equipo de investigación en un comunicado.
Un síndrome con múltiples síntomas
La razón por la que encontrar un tratamiento para el SOP ha tomado tantos años, es porque sus síntomas varían tanto que ha sido prácticamente imposible producir un solo medicamento que ayude a todas las mujeres.
Desde problemas físicos como migrañas, hipertensión, resistencia a la insulina, acné, problemas de peso, infertilidad y periodos dolorosos, irregulares o inexistentes; hasta problemas de salud mental como ansiedad o depresión y disfunción cognitiva, la lista de síntomas y molestias generadas por el SOP es bastante extensa.
Por ello, a menudo las mujeres que sufren esta enfermedad terminan siendo recetadas con medicamentos para otras condiciones, como la metformina para la diabetes o la obesidad, o la píldora anticonceptiva para regular la menstruación el acné y el crecimiento de vello no deseado.
Si te interesa participar en el ensayo o conoces a alguien que quisiera hacerlo, aún estás a tiempo registrándote en la web del ensayo. Para participar, debes cumplir con tres requisitos: tener de 12 a 23 años, presentar periodos menstruales irregulares y tener exceso de vello corporal, así como vivir en España (Barcelona y Girona), Italia, Dinamarca, Turquía, Austria o Noruega.
Foto de portada | Polina Zimmerman en Pexels