Muchos de los bebés que nacen enfermos o prematuros y que presentan problemas pulmonares, necesitan ayuda mecánica para poder respirar. Esta ayuda pasa por máscaras o tubos que no solo deforman su naricita, sino que interfieren en el contacto piel con piel y la lactancia.
Pero un equipo de expertos del Centro de Investigación Keenan de Ciencias Biomédicas de St. Michael (Canadá) ha desarrollado un artilugio mucho menos intrusivo que el respirador tradicional. Se trata de un chaleco que han llamado NeoVest, y que ayudaría al bebé a respirar tirando suavemente de su vientre y propiciando la entrada de aire en los pulmones. Esta novedosa técnica le ha valido el galardón de los prestigiosos premios de innovación Angels Den.
NeVest podría desbancar al respirador mecánico tradicional
La idea surgió en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital St. Michael, en Toronto. El pediatra al cargo, el Dr. Doug Campbell, pensó en la necesidad de poner en marcha un mecanismo que ayudara a los bebés hospitalizados a respirar sin la presencia de cables, tubos ni métodos invasivos.
Y es que este tipo de dispositivos, aunque imprescindibles y necesarios, pueden afectar al vínculo piel con piel del bebé y sus padres, además de interferir en la lactancia. Otros efectos negativos asociados son las deformaciones que las máscaras provocan en la nariz del bebé, así como la necesidad de tener que sedarlos en algunas ocasiones para ayudarles a lidiar con la incomodidad severa que provoca la falta de sincronización entre su respiración natural y la del ventilador mecánico.
Pero todo esto podría evitarse gracias a NeoVest, un chaleco creado por los investigadores del Centro Keenan de Ciencias Biomédicas de St. Michael, en colaboración con el equipo médico pediátrico del Hospital St. Michael.
Desde que se presentara el proyecto, NeoVest ya ha ganado importantes premios a la innovación tecnológica que le han servido para recaudar fondos y seguir avanzando en su desarrollo. Por el momento, el chaleco ha sido probado con éxito en un bebé el pasado mes de junio, pero los investigadores esperan hacer extensible su uso a más recién nacidos.
Así funciona este innovador chaleco
En apariencia, NeoVest es como un pequeño chaleco que se coloca alrededor del vientre del bebé de manera hermética, tirando suavemente de él para propiciar la entrada de aire a los pulmones:
"En personas sanas, el cerebro envía una señal al diafragma diciéndole a los músculos que se contraigan y se relajen, lo que provoca una respiración y una exhalación. En pacientes críticamente enfermos, el cerebro envía la señal pero el cuerpo no puede cumplir correctamente con esa solicitud" - explica Jennifer Beck, uno de los científicos que lidera el proyecto .
Los investigadores han solucionado este problema instalando un sensor en el tubo de alimentación del bebé que capta las señales de respiración del cerebro. Este sensor está conectado y sincronizado con el chaleco, de manera que al captar estas señales, NeoVest provoca la expansión y contracción del abdomen del niño, sincronizando el ritmo natural de su respiración.
Por el momento, NeoVest continua en fase de ensayo aunque se espera que pronto pueda ser una realidad. Y es que sin duda, este chaleco supondría un gran avance a la hora de humanizar los cuidados médicos neonatales, al facilitar la unión piel con piel y evitar métodos invasivos como los tubos y las máscaras.
Fotos y Vía / St.Michel's Hospital Foundation,Science News for Students