No es lo mismo tener ego que tener autoestima. La autoestima es amor propio, mientras que el ego es la percepción exageradamente positiva de uno mismo que se nutre de la admiración de los demás.
Podríamos decir que el ego es una falsa autoestima, porque, de hecho, las personas con ego elevado necesitan constantemente que "de fuera" se lo aumenten. Pero el ego es frágil, implica creerse superior a los demás, mientras que la autoestima es sana y fuerte, y no necesita pisotear al de al lado para sobrevivir o brillar. Y todos tenemos ego, pero para algunos es excesivo.
Descubre las diferencias entre ego y autoestima, cómo son las personas con un ego elevado y cómo protegernos de aquellas que se aprovechan de nosotros o que nos quieren hacer sentir mal (para sentirse ellas mejor).
No confundas ego con autoestima: así se diferencian
El ego se basa en la comparación con los demás y la necesidad de sentirse superior, mientras que la autoestima surge de la aceptación y aprecio por uno mismo, independientemente de la comparación con otros.
Por otro lado, alguien con ego percibe el fracaso como una amenaza a la autoimagen, y puede llevar a la negación o la búsqueda de culpas externas, pero alguien con autoestima entiende el fracaso como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento personal, sin afectar la valoración propia.
Las personas con ego buscan dominar y controlar a los demás para alimentar su propia imagen y obtener reconocimiento, mientras que las personas con autoestima cultivan relaciones sanas basadas en el respeto mutuo y la empatía, sin necesidad de superioridad o inferioridad.
Además, las personas con ego dependen de la validación externa y pueden ser frágiles ante las críticas, pero las personas con autoestima tienen una sensación interna de valía y confianza en ellas mismas, independientemente de la aprobación externa.
Tres comportamientos de las personas con (alto) ego
1) Muestran una actitud de superioridad
Las personas con un ego inflado a menudo muestran una actitud de superioridad constante en sus interacciones con los demás, como ocurre en el narcisismo. Hablan de sí mismas de manera grandilocuente, menosprecian las opiniones o logros de los demás y buscan constantemente destacarse como superiores en cualquier situación.
2) Necesitan dominar y controlar
Aquellos con un ego desproporcionado tienden a buscar constantemente el dominio y el control en las relaciones interpersonales. Intentan imponer su voluntad a los demás, desprecian las ideas o aportaciones de otros y buscan situaciones en las que puedan ejercer su poder y autoridad.
3) Les falta empatía y ver más allá de sí mismas
A menudo muestran una falta de empatía y consideración hacia los demás. Pueden estar más preocupadas por su propia imagen y éxito que por las necesidades o sentimientos de los demás, y muestran insensibilidad o indiferencia ante el sufrimiento o las dificultades ajenas.
Cómo no dejarse pisotear por estas personas: tres estrategias que te ayudarán
1) Recuerda que es más importante ser respetado que caer bien
Está muy bien ser amables, pero recuerda que, más importante que caer bien, está el ser respetado. Además, no es incompatible ser amable con hacerse respetar.
A menudo pecamos de ser excesivamente amables para evitar discutir, el conflicto o que piensen mal de nosotros (sobre todo con un perfil de persona con ego inflado, que necesita pisarnos para brillar). Sin embargo, a veces deberemos enfrentar el conflicto para que nos respeten.
Recuerda que no hace falta dejar de ser cordial; puedes mostrarte amable siempre pero, si detectas que te van a pisotear, cambia tu expresión amable por una cara neutral. Resiste los comentarios ajenos con expresión firme y segura.
2) Cuida tu lenguaje corporal para que no parezca que vas a ceder siempre
Para evitar que alguien con ego inflado se aproveche de nosotros, es clave fijarnos en nuestro lenguaje corporal. Se ha demostrado que "los que siempre dicen sí" muestran claramente que aceptarán fácilmente lo que se les pida.
¿En qué se nota? Por ejemplo en mostrar una mirada poco firme, en la sonrisa complaciente o en continuos gestos de asentimiento con la cabeza. "Los aprovechados" (con ego) detectan a su presa fácilmente, así que si quieres hacerte respetar, debes evitar hacerlos.
Cámbialos por gestos más asertivos; adopta una postura digna, firme y segura, y cuando detectes que el otro se acerca a ti por interés o se quiere aprovechar, intenta mantenerte erguido y con actitud firme. Agárrate a algo si los nervios te hacen moverte.
3) Evita que cuestionen tu valía
Como decíamos, las personas con un alto ego a menudo necesitan pisarte para seguir inflando su ego. Y cuando digo pisarte, me refiero a aprovecharse de ti pero también a cuestionar tu valía o tratar de "hacerte pequeño" para él "hacerse grande".
No dejes que eso ocurra; reafirma la imagen que tienes de ti mismo, conecta con tu esencia, con lo que tú vales, y refuérzate por ello. Recuerda que tu autoestima sí es auténtica.
Así que, no permitas que te hagan dudar de tu propia valía; eres válido por lo que eres, no por lo que te intentan hacer creer o por lo que dicen de ti. Proteger y cultivar tu autoestima te ayudará a poner límites y a no dejarte pisotear.
Foto | Portada (Película Don Juan, 2022)