El instituto Karolinska de Estocolmo ha dado a conocer que el Premio Nobel de Medicina recae este año en el biólogo e investigador británico Robert Edwards, padre de la fecundación in vitro.
Sus trabajos hicieron posible, 32 años atrás, el nacimiento de Louise Brown, la primera "bebé probeta", quien vino al mundo rodeada de polémica. Por aquel entonces unir un óvulo con un espermatozoide dentro de un tubo de ensayo para concebir un ser humano sonaba a ciencia ficción.
Al día de hoy son más de cuatro millones de niños los que han nacido gracias a la técnica de fecundación in vitro, convirtiendo en realidad el deseo de ser padres de muchísimas parejas.
Sin duda, la fecundación in vitro marca un antes y un después en la historia de la medicina reproductiva.
Ha sido una solución para las personas con infertilidad, problema que sufren más de un 10 por ciento de las parejas en el mundo.
Los avances han hecho que la técnica sea cada vez más efectiva, reduciendo riesgos y aumentando la tasa de éxito en los resultados. Sin embargo, aún quedan cosas por mejorar como por ejemplo disminuir el número de embriones que se transfieren al útero para minimizar la incidencia de embarazos múltiples.
Se calcula que nacen 200.000 nuevas vidas cada año a través de esta técnica. Por eso es una grata noticia que sea uno de los padres de la fecundación in vitro, Robert Edwards (junto a Patrick Steltoe, recientemente fallecido) quien reciba el Nobel de Medicina este año.
Vía | El País Foto | AP En Bebés y más | 30 años después del primer bebé probeta, La primera "niña probeta" del mundo ha sido madre