De esta manera, las mujeres son nuevamente protagonistas y objetivo de la ONU para intentar minimizar las cifras actuales de muerte por complicaciones durante el embarazo o el parto.
Muchas organizaciones aúnan esfuerzos en pro de la salud de las mujeres, sobre todo del tercer mundo, mediante campañas informativas sobre la salud, y los derechos sexuales y reproductivos. El problema sigue siendo la pobreza y el acceso a salud sexual y reproductiva. El primer problema conlleva a los dos siguientes, si es necesario mejorar las condiciones de estas mujeres, antes habrá que hacer algo con las necesidades, liberándoles en la medida que se pueda de la pobreza extrema a la que se encuentran sometidas.
Aunque en un principio, cuando se acordaron los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) omitieron esta realidad, tras la reclamación de un mayor compromiso político y financiero, esta meta entra a formar parte de los Objetivos del Milenio.
De nada sirven los folletos, las campañas informativas o cualquier mejora que se realice si no se complementa con un pequeño aumento del nivel de vida donde comer no sea una tarea imposible.