A veces es fácil ayudar y a veces los pequeños gestos son una grandísima ayuda.
Seguro que a Pau le encantó la ayuda que le prestaron cientos de tuiteros cuando perdió su peluche y sobre todo cuando entre todos consiguieron localizarlo y pudo volver a dormir con él como venía haciendo.
@sgueina Mi sobrino ha perdido este peluche en el centro de #Valladolid es muy importante para él.RT por favor. pic.twitter.com/SanCWNlTPe
— María San Miguel (@MariTriniSanMig) 17 de agosto de 2016
Pau caminaba de la mano de sus padres por el centro de su ciudad, Valladolid, con su peluche Lila, y parece ser que en algún momento se despistó y el muñeco desapareció. Obviamente para un niño pequeño como él, esto son palabras mayores.
Aunque lo buscaron no lo encontraron así que la única solución que se les ocurrió, concretamente a la tía de Pau, fue apelar a la solidaridad de los vecinos de Valladolid y ¡funcionó!
A través de twitter, María San Miguel, contó lo que había ocurrido, puso una foto del peluche y pidió ayuda a ver si entre todos lo encontraban.
A la llamada acudieron cientos de ciudadanos a través de esta red social, periodistas más o menos conocidos, la policía local e incluso el propio alcalde de Valladolid animaban a ver si entre todos encontraban el peluche extraviado.
Esa noche Pau no pudo dormir con su muñeco como venía haciendo hasta ese momento prácticamente desde que nació, pero fueron escasas las noches de soledad, porque Lila (así se llama el muñeco) volvió a casa en menos de una semana.
Un final inocentemente feliz
@MariTriniSanMig me e encontrado este peluche en Madrid ( no creo que sea) pero po si acaso pic.twitter.com/L0AkmvWR2F
— S_alinas_S (@albertosali) 20 de agosto de 2016
En menos de una semana volvió a casa Lila o.. una hermana suya. Una vecina la encontró en un taller de reparación de electrodomésticos en el municipio madrileño de Boadilla del Monte, a unos ciento ochenta kilómetros de donde se había extraviado.
Es muy poco probable que sea el mismo peluche pero para Pau, de siete años, la noticia es que Lila ha podido volver a casa y a dormir con él, previo paso por la lavadora seguramente.
La inocencia del niño ha hecho, según señalaba su tía a un medio local, que en ningún momento haya tenido ni la más mínima duda de que ese era su peluche perdido que había regresado a su lado.
A veces no es tan complicado
Informamos que gracias a vuestra colaboración, el pequeño #Pau ya vuelve a dormir acompañado por #Lila... Gracias �� pic.twitter.com/zpObu5FrNX
— Ayto. Valladolid (@AyuntamientoVLL) 23 de agosto de 2016
No es la primera historia que conocemos en la que la solidaridad a través de una red social ayuda a consolar a un niño tras la pérdida de su muñeco.
Otro bebé perdió su muñeco de apego y la solidaridad consiguió consolarle mostrándole donde estaba y explicándole por qué se había ido "de viaje". Las pérdidas así, bañadas de solidaridad y gracias a la infinita inocencia infantil, son algo menos dolorosas ¿no os parece?
La importancia para un niño de un muñeco con el que duerme, un muñeco de apego, es muy grande. A muchos les ayuda a conciliar el sueño, les da la confianza que necesitan para apagar la luz y dormir tranquilos.
Los muñecos son como "anclas psicológicas" a lo que ellos conocen cuando por ejemplo salen de viaje y duermen en una cama que no es la suya, les ayudan a tranquilizarse y les hacen formar parte de sus fantasías, además de ser unos compañeros de juegos magníficos.
Vía | Twitter
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