¿Pueden los vecinos denunciarme o echarme de mi casa porque llore mi bebé?
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¿Pueden los vecinos denunciarme o echarme de mi casa porque llore mi bebé?

Los Würth son un matrimonio londinense con dos niños de tres años y 15 meses, que acaban de ser amenzados con el desalojo a causa de las quejas de sus vecinos por los "llantos diarios" y ruidos de los pequeños. Según recoge El País, los administradores de la finca junto con los dueños del ático en el que residen de alquiler este matrimonio y sus hijos, les han instado a solucionar el problema lo más pronto posible si no quieren ser desalojados de la propiedad.

Antes esta noticia tan sorprendente nos preguntamos, ¿pueden los vecinos denunciarme o incluso echarme de mi casa si mi hijo llora o hace ruido?

¿Es "ruido" el llanto de un bebé?

La Real Academia de la Lengua define "ruido" como un sonido desagradable y el "ruido de fondo" como un sonido uniforme y continuo que puede resultar perturbador. Pero, ¿el llanto de un bebé podría considerarse "ruido"?

Lógicamente, un bebé que llora no lo hace por gusto (como sí lo hace el vecino que pone la música alta, que da una fiesta o que se pone a tocar un instrumento a la hora de la siesta), pero quienes somos padres sabemos que el llanto desconsolado de un niño puede acabar resultando muy molesto, tanto para nosotros como para el vecino que llega a casa después de una larga jornada de trabajo y está deseando descansar.

Sin embargo, los padres somos los primeros que queremos que nuestro bebé deje de llorar, ya que sabemos que si llora es porque se encuentra mal o necesita algo de nosotros que no estamos sabiendo darle. Y no hay nada más preocupante y desolador para un padre que desconocer el motivo del llanto de su hijo o no poder calmarle.

Leyendo los comentarios de este foro de una web de alquiler de viviendas, veo que el llanto y el ruido que puede hacer un niño genera más conflictos entre vecinos de los que iniciamente podía imaginarme. Y conste que puedo entender a la parte que se queja, pero a veces me pregunto si no estamos llegando a un nivel en el que todo nos molesta.

Vivir en una comunidad es ceder de vez en cuando, es perdonar los ruidos de al lado y saber pedir perdón cuando el que hace ruido eres tú. Es respetar a tu vecino, ayudarle y hacer que por tu parte, la convivencia sea lo más agradable posible.

llanto

El otro día estaba merendando con una amiga en una cafetería, cuando se acercó una vecina a pedirnos perdón por el llanto de su hijo. Llevaba varias noches despertándose a causa de una otitits, y ella estaba realmente preocupada por las molestias que pudiera estar causando.

Quizá porque mi amiga y yo somos madres también, entendimos perfectamente la angustia de aquella mujer a la que vimos extenuada, llorosa y apesadumbrada. Nos levantamos para darle un abrazo, mostrarle nuestro apoyo y hacerle ver que por nuestra parte no tenía porqué preocuparse.

Y esto es, precisamente, vivir en comunidad. Preocuparse por si la situación que estás viviendo en casa puede alterar a tu vecino, encontrar apoyo y comprensión por su parte, y buscar juntos la forma de solucionar el problema.

¿Cuántos son los decibelios permitidos?

Ahora bien, pongamos que das con un vecino poco comprensivo, que no sólo no soporta el llanto de un niño sino que amenaza con denunciarte o incluso con echarte de tu casa en el supuesto de que vivas de alquiler: ¿podría hacerlo?

Según este artículo de Mapfre Hogar, en nuestro país la normativa que establece los niveles de ruidos máximos en las comunidades de propietarios se rige por el Código Técnico de la Edificación, la Ley de Ordenación de la Edificación, la Ley de Propiedad Horizontal, la Ley del Ruido y Decretos autonómicos u Ordenanzas municipales de Protección del Medio Ambiente Urbano.

El nivel de ruido aceptable estaría en los 55 decibelios durante el día y 45 decibelios por la noche, si bien un ruido de menor intensidad y constante también podría ser objeto de denuncia por parte de los vecinos.

Los decibelios que tiene el llanto de un bebé lógicamente variarán en función de la edad del niño y la intensidad del llanto, pero según esta infografía de la organización Hear Forever, el llanto de un bebé superaría con creces el nivel de decibelios permitido... pero también lo supera un secador de pelo, un cortacésped o una moto.

bebé tocando el tambor

Por tanto, si nos encontramos en una situación similar, y antes de llegar a desencuentros o situaciones molestas con los vecinos, mi consejo es que tratemos de ver si, como padres, hay algo que esté en nuestras manos hacer para minimizar el ruido.

Porque ante determinadas situaciones, el llanto de un bebé puede ser difícil de calmar, pero sí está en nuestras manos conseguir que el correpasillos, el tambor de juguete o la pelota molesten lo menos posible a nuestros vecinos, además de educar a nuestros hijos en el respeto hacia los demás.

Todo es cuestión de hablarlo y que ambas partes estén dispuestas a colaborar y a ceder antes de evitar situaciones desagradables como enfados o denuncias. ¿Qué os parece a vosotros? ¿Os habéis encontrado en alguna situación similar? ¿Cómo lo habéis solucionado?

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Comentarios cerrados
    • interesante

      Os cuento algo que me pasó a mí cuando estaba embarazada de mi hija y muy sensible a todo lo que tuviera que ver con los niños. Se mudó una vecina al piso de abajo, la pobre mujer era viuda con una niña de 6 años y dos mellizos de año y medio. Los ruidos eran espantosos, ella gritaba continuamente a los niños, si les cantaba canciones también eran a voz en grito y a las 16.00 de la tarde (era verano y yo embarazadísima me apetecía echar una siesta). Por la mañana, uno de los niños se debía colgar del cabecero de la cama y moverlo mientras golpeaba la pared (eso o algo parecido...), en fin, un infierno. Oíamos llorar a los peques alguna noche, pero algo dentro de lo normal. Mi marido bajó a hablar con ella en una ocasión para ver si minimizaba el ruido a la hora de la siesta y por la mañana temprano (estábamos de vacaciones y debido a que yo daba a luz en agosto no nos fuimos a ningún sitio y nos apetecía descansar en casa). Ella lo negaba lo evidente, diciendo que el ruido no venía de ella, en fin...

      Una noche el niño pequeño se llevó llorando y gritando mamá dos horas. Nosotros bajamos a llamarla, básicamente porque no nos parecía normal el llanto y los gritos desconsolados y pensamos que le había pasado algo. No nos contestó y, entonces llamamos a la policía, pero no por quejarnos, sino porque pensamos que le podía haber pasado algo.

      Cuando la policía llegó, el niño ya se había callado y ella siguió sin abrir la puerta.

      Días después nos enteramos que tanto ella, como su hija mayor, eran sordas y se quitaban el aparato para dormir, así que los pobres bebés podían estar llamando el tiempo que fuera que nadie los iba a atender. Entendimos mejor, no obstante, el tema de los gritos y los ruidos y nos daba mucha pena la situación en general, pero la situación era insoportable. Entendíamos las limitaciones de la Señora, pero su actitud era la de "bastante tengo encima como para molestarme por los demás".

      Un día nos recriminó el tema de la policía porque, al parecer, los servicios sociales fueron a preguntar a la guarde. Yo le dije que lo sentía, pero que no habíamos llamado para eso, sino porque pensábamos que le había pasado algo malo y nos asustamos y me contestó que había un libro que decía que había que dejarlos llorar, en fin...

      Yo creo que es complicado que en una casa con niños pequeños no haya ruidos y es verdad que, a veces, los niños lloran y cuesta calmarlos. Pero, en la medida de lo posible, hay que minimizar los ruidos inculcándoles educación a los peques y, por supuesto, atender a los bebes para que lloren lo menos posible, primero por ellos y segundo por los demás.

    • interesante

      Lo que es inconcebible es oír llorar a un bebé durante minutos y minutos y darte cuenta de que nadie se levanta para atenderlo, o que pasa bastante tiempo hasta que oyes pasos... en estos casos me planteo si no habría que llamar pero no por la molestia en sí generada por el ruido, sino por maltrato infantil.

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    • Avatar de iskandervv Respondiendo a iskandervv

      Claro, estoy de acuerdo. La diferencia está entre si se hace algo por calmar a ese bebé o que esos niños hagan menos ruido o no se hace nada. Tiene q ser horrible oír como hay un niño al otro lado de tu pared y que nadie vaya a consolarlo.

    • interesante

      Ojala hubieran echado a mis vecinos. Dejaron llorar a sus dos hijos desde el dia UNO de sus vidas.
      Se siente todo x nuestras paredes y nunca los escuche tratar de calmarlos. Asi que si, que los bebes lloran xq necesitan algo, pero los padres los ignoran porque son unos REVERENDOS IMBÉCILES.
      Por suerte se mudaron recientemente, pero ahora viene una pareja con un bebe y ya hemos tenido problemas con ellos, no en cuanto a su hijo refiere, pero si ya hemos tenido problemas de relacionamiento y ni siquiera han puesto un pie en la casa todavia para habitarla, no quiero imaginar lo q se nos viene.
      Como detesto que algunos padres creen que pueden hacer lo que quieran, con sus hijos o con sus vecinos o con quien les de la gana.

    • Tema peliagudo.

      Las comunidades de vecinos son siempre campo de cultivo para las desaveniencias y las discusiones.
      Yo solo tengo dos vecinos y se oye TODO.

      Mis hijos no han sido especialmente llorones, pero sí es cierto que hemos tenido rachas en las que las noches han sido muy complicadas (sobre todo rachas de otitis de repetición, además en los dos niños, que nos han dejado baldados a nosotros, y casi con total seguridad a ellos)

      Mis vecinos también tienen niños (algo más mayores que los míos) y saben lo que son.

      También es cierto que a nosotros nos conocieron recién casados y sin hijos, y en mi casa no había una voz más alta que otra hasta que nacieron los niños

      Tenemos una ley no escrita respecto a otro tipo de ruidos (reuniones familiares, música, ladridos de los perros...) Hoy por ti, mañana por mi (siempre dentro de la prudencia)
      Pero respecto a los niños no hay discusión.
      CON LOS DEDOS DE LA MANO, se cuentan los padres a los que no les importa oir llorar a sus hijos.
      A mí se me revuelven las entrañas cuando no sé que les pasa o no los puedo consolar, y entiendo que para ellos debe ser igual.
      Si no se calman no es por gusto ( por ejemplo, con el mayor, que vivimos un par de episodios de terrores nocturnos (llantos inconsolables mientras duermen) lo pasé fatal)

      Caso aparte son las regañinas, que hay que intentar controlar y que sean las menos posibles y en un tono poco molesto, aunque es cierto que en ocasiones puedes salirte de tus casillas.

      Siempre me he disculpado si nos hemos cruzado después de una noche toledana, o un día "poco habitual" pero no doy pie a más.

      RESPETO, CIERTO GRADO DE COMPRENSIÓN, Y NO ENTROMETERSE DEMASIADO, la base fundamental de la relación de vecinos

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    • Avatar de pilarabril Respondiendo a pilarabril

      Entiendo eso de que se cuentan con los dedos de una mano. Pero creeme, yo ya tengo un dedo de mi mano levantado jaja, lamentablemente conoci a dos que al menos no parecia importarles, xq no hacian NADA!!! para calmarlos... quizas lo q se pueda discutir es si lo hacian xq lo leyeron en algun librillo de dudosa calidad acerca de la paternidad o no. Pero fuera de eso, sin ninguna duda, los dejaban llorar.

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