Por qué olvidamos cosas que hemos buscado mil veces en internet: así funciona el efecto Google

Piensa en la siguiente escena: estás en una conversación con amigos, y surge una duda sobre el nombre de un actor famoso. Coges tu teléfono, buscas en Google y encuentras la respuesta en segundos. Sin embargo, unos días después, te das cuenta de que no recuerdas el nombre del actor.

¿Por qué ocurre esto? La respuesta se encuentra en un fenómeno llamado "efecto Google", un curioso concepto que nos muestra cómo la omnipresencia de internet está moldeando nuestra memoria, influyendo en nuestros procesos cognitivos. ¿Cómo funciona el efecto Google y cómo 'contrarrestarlo'? Descúbrelo a través de ejemplos.

¿Qué es el efecto Google?

El efecto Google, también conocido como "amnesia digital", es un término acuñado por la psicóloga Betsy Sparrow y sus colegas en un estudio de 2011, publicado en la revista Science. Este efecto describe nuestra tendencia a olvidar información que podemos encontrar fácilmente en internet.

En otras palabras, confiamos tanto en Google y en otros motores de búsqueda que no sentimos la necesidad de retener ciertos datos en nuestra memoria.

Cómo funciona nuestra memoria y cómo influye el efecto Google

Para entender mejor el efecto Google, primero necesitamos una visión general de cómo funciona nuestra memoria. La memoria humana se puede dividir en tres etapas principales:

  1. Codificación: Es el proceso de transformar información en una forma que pueda ser almacenada en el cerebro. Implica prestar atención y asignar significado a la información.
  2. Almacenamiento: Es el proceso de mantener la información codificada en el cerebro a lo largo del tiempo. La información puede ser almacenada en la memoria a corto plazo o a largo plazo.
  3. Recuperación: Es el proceso de acceder y traer la información almacenada cuando la necesitamos.

El efecto Google influye en todas estas etapas de la memoria, pero especialmente en la codificación y el almacenamiento. Y lo hace de la siguiente manera:

1) Menos necesidad de recordar

Cuando sabemos que podemos encontrar información en Google en cualquier momento, es menos probable que nos esforcemos en codificarla profundamente en nuestra memoria.

Por ejemplo, si buscas repetidamente el mismo dato, como la capital de un país, tu cerebro no siente la necesidad de recordarlo a largo plazo porque sabe que puede acceder a esa información fácilmente.

2) Dependemos de la tecnología para recordar

Internet actúa como una especie de memoria externa. En lugar de almacenar información en nuestro cerebro, almacenamos el conocimiento de cómo encontrar esa información.

Esto puede ser beneficioso porque nos permite liberar espacio en nuestra memoria para otras tareas, pero también significa que dependemos en gran medida de la tecnología para recordar.

3) No profundizamos en la comprensión de la información

Por otro lado, la facilidad con la que podemos acceder a información en Google puede llevar a una recuperación superficial.

Es decir, nos acostumbramos a obtener respuestas rápidas sin profundizar en la comprensión de la información. Esto acaba limitando nuestra capacidad para aplicar y retener ese conocimiento a largo plazo.

Ejemplos cotidianos del efecto Google

1) Números de teléfono

Piensa en la última vez que memorizaste un número de teléfono. Queda muy atrás, ¿verdad? Y es que, en la era de los teléfonos inteligentes, rara vez necesitamos recordar números de teléfono, porque podemos almacenarlos en nuestros dispositivos y acceder a ellos con un par de toques. Como resultado, nuestra habilidad para recordar números de teléfono ha disminuido.

2) Recetas de cocina

Otro ejemplo es cuando buscamos recetas en internet. Podemos encontrar fácilmente una receta para cualquier plato, seguirla paso a paso y luego olvidarla por completo una vez que hemos terminado de cocinar. La próxima vez que queramos preparar el mismo plato, probablemente volveremos a buscar la receta en lugar de recordar los ingredientes y pasos.

3) Datos triviales

Durante una conversación, es común que alguien saque su teléfono para buscar una respuesta a una pregunta trivial, como la fecha de lanzamiento de una película o el autor de un libro. Una vez obtenida la respuesta, es probable que olvidemos rápidamente esa información porque no sentimos la necesidad de retenerla.

Así nos afecta el fenómeno del efecto Google

El efecto Google tiene varias consecuencias para nuestra memoria y cognición, como por ejemplo:

  • Perdemos habilidades de memoria: Al depender tanto de internet, podemos perder la habilidad de memorizar y retener información importante, lo que puede afectar nuestra capacidad de aprendizaje y adaptación.
  • Tenemos un conocimiento más superficial: Como buscamos respuestas rápidas sin profundizar en el contexto, corremos el riesgo de desarrollar un conocimiento superficial de los temas, algo que limita nuestra comprensión y capacidad crítica.
  • Nos distraemos y recurrimos a la multitarea: La facilidad de acceso a la información puede llevarnos a la distracción y la multitarea. Pero esto afecta a nuestra capacidad de concentrarnos y de procesar información de manera efectiva.

Cómo contrarrestar el efecto Google: tres acciones clave

Aunque el efecto Google es una consecuencia natural de vivir en la era digital, hay estrategias que podemos adoptar para mejorar nuestra memoria y reducir nuestra dependencia de internet:

  • Tomar notas a mano: Escribir a mano en lugar de mecanografiar puede ayudar a reforzar la memoria y la comprensión.
  • Repetición y práctica: Repetir información y practicar su recuperación nos ayuda a mejorar nuestra memoria a largo plazo.
  • Profundizar en el conocimiento: En lugar de buscar respuestas rápidas, trata de profundizar en los temas que te interesan para desarrollar una comprensión más completa y duradera. ¡Verás la diferencia!

Fotos | Portada (Película La red social, 2010)

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