Tener hijos puede ser una experiencia maravillosa, y es muy personal para cada persona o pareja que decide formar una familia. Sin embargo, tenerlos también podría en algunos casos aumentar la probabilidad de sufrir una infidelidad.
Así lo asegura el psicólogo estadounidense Mark Travers en un artículo para PsychologyToday, quien explica que, las responsabilidades que suponen el cuidado de los niños, el agotamiento y otros factores pueden llevarnos a este camino de la infidelidad.
Y es que a veces, la pareja intenta satisfacer sus necesidades fuera de su relación mediante la infidelidad emocional y sexual. Estas infidelidades, claro, suponen un riesgo para la estabilidad no solo de la pareja, sino también de la familia.
Tres razones por las que las parejas cometen infidelidades después de tener hijos
Entonces, ¿por qué a pesar de ello, la gente sigue engañando a sus parejas y poniendo en peligro su vida familiar? El psicólogo menciona tres razones por las que las personas cometen infidelidades después de tener hijos:
1) Experimentan una pérdida de identidad
Convertirse en padre implica un cambio dramático en los roles que se espera que uno desempeñe. Pasas de ser María, Lucía, Fran o Carlos, o una pareja, para ser también, padre y madre.
Qué ocurre, que las prioridades cambian radicalmente; el tiempo que antes se dedicaba a pasatiempos, citas y demás, ahora se dedica con mayor frecuencia a actividades de crianza de los hijos. Los nuevos roles ocupan un lugar tan predominante en sus vidas que las parejas pueden incluso empezar a verse a través de esta lente, refiriéndose a menudo como "mamá" o "papá" para sus hijos, pero también entre ellos.
Las investigaciones encuentran que, si bien la paternidad puede aportar significado y satisfacción a la vida de una persona, también puede provocar agotamiento en los padres. Y estos elementos (el estrés, la fatiga, el no poder satisfacer las propias necesidades...), dificultan el sentido de identidad.
Pero claro, ser reconocido únicamente por el papel de padre (y no de pareja) puede hacer que uno sienta como si las otras partes de su identidad estuvieran siendo sacrificadas lentamente. Y esto explicaría por qué ciertas personas intentan redescubrir su yo independiente y de espíritu libre conectándose con otras personas además de sus parejas, a través de las infidelidades.
Al final, a través de una aventura sienten que no tienen que anteponer las necesidades de los demás a las suyas propias y que pueden volver a disfrutar de ser quienes eran antes de ser padres (más jóvenes, libres...).
2) Se sienten abandonados y desconectados
Otra razón de ser infiel después de convertirse en padres es que, ser padre y mantener una relación romántica de pareja de forma simultánea, puede abrumar la capacidad psicológica de la persona (y también, a nivel económico).
Además, que con el tiempo puede ocurrir que el tiempo de calidad con la pareja y sus necesidades tienda a descuidarse en el proceso de ganarse la vida y criar a los hijos. Entonces, la pareja que se siente 'desatendida' puede sentirse invisible dentro de su propia familia, y buscar saciar 'fuera' esa necesidad de reconocimiento, pasión... (o lo que busque y anhele).
En relación a ello, un estudio de 2023 concluyó que las personas que se sentían abandonadas y estresadas y que percibían una falta de comunicación tenían más probabilidades de ser infieles a sus parejas. Las personas que querían más amor de sus parejas y se sentían menos satisfechas también mostraron mayores posibilidades de ser infieles.
3) Sufren una disminución en la intimidad sexual
Finalmente, otro factor de riesgo para cometer una infidelidad siendo padres es la disminución en la intimidad sexual. Al final, es lógico que este ámbito quede en un segundo plano con la llegada de los hijos (al menos al principio), ya que la crianza afecta al sueño, al tiempo y a la energía de las parejas, lo que puede afectar negativamente su vida sexual.
Y si al agotamiento le sumamos el intentar hacer malabarismos con un estilo de vida agitado, dificultades para conciliar, etc., esto hace que haya menos oportunidades para la intimidad sexual entre las parejas.
En relación a todo esto, en un estudio de 2022 las parejas informaron de varias preocupaciones sexuales después de convertirse en padres: concretamente, falta de coincidencia en el deseo sexual, bajo deseo sexual y cambios en la frecuencia de las relaciones sexuales y en la energía para las mismas.
Por otro lado, un estudio publicado en el Journal of Sex and Marital Therapy concluyó que las personas que no estaban satisfechas con la cantidad de sexo e intimidad en sus relaciones tenían más probabilidades de ser infieles.
Pero este declive en la esfera sexual no elimina el deseo de las personas (en algunos casos, incluso, lo aumenta), que buscan volver a sentir esa chispa fuera de la relación de pareja, y de ahí las infidelidades.
Foto | Portada (Película Como la vida misma, 2010)