Los Museos Interactivos de la Ciencia son espacios en los que la ciencia se divulga de un modo participativo y en el que la comprensión es práctica y no solamente teórica. Esto es mucho más divertido y efectivo. El aprendizaje y la comunicación hacen de ellos lugares muy interesantes para que los niños, desde pequeñitos, experimenten y disfruten. En ellos lo importante no es sólo ver, sino también explorar con todos nuestros sentidos. Y eso, a los niños, les encanta.
El primer museo interactivo de titularidad pública en España fué la Casa de las Ciencias de La Coruña. Se encuentra en el encantador Parque de Santa Margarita y pese a su pequeño tamaño está lleno de recursos. Yo lo he visitado este verano con mi hijo y otros niños pequeños. Os aseguro que vale la pena.
Pudimos ver como polluelos y patitos se abrian paso a la vida rompiendo el cascarón de su huevo. Vimos que nuestros cuerpos despiden calor con una cámara de infrarojos. Manipulamos poleas y péndulos, asi como otros experimentos que nos asombraron. Estuvimos observando bichos vivos muy interesantes. Y todo eso luego dio lugar a conversaciones sobre estos temas en las que todos aprendimos mucho. Este tipo de museos, cada vez mas extendidos, son un recurso educativo y lúdico con el que padres e hijos podemos pasar excelentes momentos.
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