¿Por qué mamá casi no sale en las fotos de las vacaciones?
Estamos metidos en pleno verano, muchos están de vacaciones, otros están a punto de irse y otros tantos ya están revisando las fotos de vuelta en casa después de unos días de descanso.
Las fotos, las fotos en la playa, con los helados, de excursión, robados, posados, pillados pero… ¿aquí no falta alguien? No sé si os pasa, resulta que últimamente mamá casi no sale en las fotos ¿por qué será?
Pues los motivos son de lo más variado y en esto como en todo cada persona, cada mujer, es un mundo pero algunos se repiten cuando lo hablas con amigas a las que tampoco ves habitualmente en las fotos de vacaciones.
La realidad: por qué mamá no sale en las fotos
Ella se las hace a los demás
Esto dificulta que quien hace la foto salga también en la misma a no ser que todas las fotos del verano sean selfies o al menos una mayoría.
Es poco probable que en el caso de una madre la mayor parte de las fotos que haga en vacaciones sean selfies en los que ella se incluya junto al resto de la familia, al menos no es lo más habitual.
Lo habitual es que el móvil esté siempre a mano para pillar ese robado, ese momento que merece tanto la pena recordar de nuestros hijos y claro, no es plan de pararles para que salga mamá también en el plano.
Los robados son robados por eso, porque se hacen sin avisar y sin interrumpir y después siempre nos acordamos del momento, aunque no nos veamos en él.
La “mamá del bañador verde”
No lo podemos negar. Es una poderosa razón. La historia de la chica del bañador verde, esa historia que nos encantaría que no se repitiese con nuestras hijas, esa historia en muchas ocasiones hace que nos salgamos del encuadre.
No nos gustamos en las fotos, no nos vemos reflejadas en lo que muestra el objetivo aunque sabemos que esa es la realidad y así es como somos.
No, quizás no lo reconozcamos en público pero cuesta ver el paso del tiempo y ¡mucho más en bañador! La presión sobre la mujer en lo que a edad y estética se refiere no se mitiga por el hecho de ser madre ¡ni lo más mínimo!
La solución
Pedir que nos las hagan
No siempre todo el mundo está atento pero sí podemos pedir ayuda a otra persona, a nuestra pareja o al vecino de la toalla de al lado.
No hace falta romper ese momento mágico en el que hemos visto a nuestros hijos jugando, descubriendo algo, dormidos o comiendo porque podemos salir con ellos. Podemos incluirnos en el plano con un selfie sin avisar o podemos pedir a alguien que nos haga la foto a su lado.
Aunque sea un perfecto desconocido ¿no es mejor superar nuestro posible pudor que quedarnos fuera de los recuerdos familiares?
Querernos más
Es un paso complicado, el más complicado, es cierto pero cuando nuestros hijos crezcan ¿de verdad pensáis que preferirán las fotos así, sin sus padres o sus madres en la imagen?
Formemos parte también de sus recuerdos y dejemos de excluirnos por cuestiones que muchas veces superan nuestro control. Poco importa cómo tengamos el pelo en la foto, lo importante es que ese momento también lo compartiremos cada vez que la veamos con ellos.
Y a vosotras ¿se os ocurre alguna otra solución para que no desaparezcamos del álbum de fotos de la familia estas vacaciones?
Fotos | iStockphoto
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