La maternidad llega y nos transforma por completo. Y cuando digo "por completo" es porque realmente cambia cada parte de nosotras, desde lo físico, hasta lo emocional. No solo somos responsables de una nueva vida, también lo somos de la nueva mujer en la que nos hemos convertido y con la que debemos familiarizarnos.
Tras la llegada de los hijos, se habla mucho de cuidar y amar nuestro cuerpo, pero no tanto de nuestro bienestar emocional. Por eso, y con motivo del Día Mundial de la Salud Mental Materna, hoy quiero hablar de por qué es importante cuidar tu salud mental cuando eres madre, así como algunos consejos para hacerlo.
Por qué tu salud mental también debe ser prioridad
Cuando nos enfermamos, vamos al doctor y cuando nos duele una muela, vamos al dentista. Pero, ¿qué pasa con nuestra salud mental y emocional? La verdad es que pocas veces la atendemos o le damos la atención e importancia que se merece. Y es que quizás, no somos conscientes de lo necesario que es cuidar nuestra salud mental cuando somos madres.
Es normal que entre todas las cosas que tenemos por hacer, no le demos mucha importancia a nuestro propio cuidado. Pero debemos hacerlo, porque para que nuestros hijos estén bien y para poder atender a otros, primero debemos estar bien nosotras. Y con esto no solo me refiero a hacerlo cuando enfermamos, hablo también de nuestra salud mental.
¿Por qué es importante entonces cuidar nuestra salud mental? Principalmente, porque de ella depende nuestro bienestar emocional. La forma en que pensamos y cómo nos sentimos afecta e influye todo a nuestro alrededor, incluyendo las relaciones con otras personas, como nuestra familia, y la forma en que reaccionamos a los problemas y el estrés de cada día.
Al cuidar nuestra salud mental no sólo nos aseguramos de atender posibles enfermedades mentales como la ansiedad o la depresión, sino también, aprendemos a gestionar mejor nuestras emociones, llegamos a conocernos a profundidad, y en general, mejoramos nuestra calidad de vida.
Consejos para cuidar tu salud mental siendo mamá
Ahora que sabemos lo importante que es cuidar nuestra salud mental, viene una pregunta importante: ¿cómo hacerlo? Sé que como mamá no es fácil encontrar un espacio entre toda la lista interminable de pendientes y tareas de cada día, pero tenemos que considerar la salud mental como prioridad.
Dedica tiempo para ti a solas
Para empezar a cuidarla, uno de los primeros pasos es hacer tiempo para nosotras. Como lo he dicho, no es fácil siendo mamás, pero por eso mismo digo que debemos hacerlo y no encontrarlo, es decir, no esperar a que haya un oportunidad. Si es necesario, debemos agendarlo, así como agendamos una cita médica o una reunión.
Si no dedicamos un espacio para nosotras, no tendremos ese tiempo para sentarnos a analizar y comprender nuestros pensamientos y sentimientos. Sé que para algunas madres el desear tiempo a solas es algo que les hace sentir culpables, pero no debe ser así, pues es muy importante y necesario para cada ser humano (con o sin hijos).
Haz cosas que te llenen el alma
Ahora que somos madres, nuestra prioridad son nuestros hijos y realmente no tenemos mucho tiempo para otras cosas. Pero antes de convertirnos en mamás teníamos pasiones y pasatiempos, que con el tiempo quizás fuimos abandonando, pero que en algún momento nos hicieron muy felices y eran parte de nosotras, de nuestra esencia y personalidad.
Y aunque desde luego tener hijos nos llena de orgullo y momentos de felicidad cada día, también es importante hacer otras cosas por y para nosotras. Ya sea leer un libro, escuchar un playlist con tu música favorita o retomar algún pasatiempo, son cosas que nos apasionen y nos hagan sentirnos bien con nosotras mismas.
Ve a terapia
Muchas personas se asustan cuando escuchan la palabra "psicólogo" o automáticamente lo relacionan con "estar loco". Sin embargo, la terapia no podría estar más alejada de ese estereotipo. No tiene nada de malo ni vergonzoso reconocer que necesitas ayuda profesional. De hecho, es algo que requiere mucha valentía.
La terapia es la mejor forma de atender nuestra salud mental, y particularmente en el caso de las madres, se ha encontrado que es la manera más efectiva de prevenir y tratar la depresión durante el embarazo y el postparto. Solo ten presente que la terapia no funciona como por arte de magia ni de la noche a la mañana, sino que es un proceso en el que poco a poco irás mejorando.
Sal con tus amigas
La maternidad puede ser muy solitaria y sin que nos demos cuenta, nos puede ir aislando poco a poco de los demás. Y aunque lo normal es que ahora estemos más enfocadas a nuestra familia, la convivencia con otras personas, especialmente con nuestros amigos, es algo necesario, pues somos seres sociables por naturaleza y ésto nos ayuda a salir un poco de la rutina.
Pero además de ayudarnos a cambiar de aires y volver a recargar nuestro lado social, ver a tus amigas tiene un impacto positivo en tus hijos, pues un estudio encontró que ver a tus amigas cuando eres madre ayuda a mejorar el desarrollo cognitivo de tus hijos.
Haz ejercicio
Está comprobado que el ejercicio no sólo nos ayuda físicamente, sino que también nos ayuda a mejorar nuestra salud mental al tener un efecto antidepresivo. Y es que cuando nos ejercitamos, también desconectamos de los problemas diarios, ayudándonos a pensar con mayor claridad y liberando estrés.
Como madres no siempre es fácil encontrar el tiempo para hacer una rutina completa o ir al gimnasio, pero a veces algo tan sencillo como bailar, ir a caminar o correr al parque más cercano o practicar un poco de yoga en casa, nos puede ayudar muchísimo.
Rodéate de afirmaciones positivas
Aunque ser madre es algo maravilloso, no estamos exentas de tener días malos o en los que no nos sintamos con buenos ánimos. Pero en lugar de dejar que este sentimiento se acreciente, busquemos la manera de contrarrestarlo rodeándonos de cosas positivas. A veces algo tan sencillo como leer una frase que te motive y te haga sonreír o un mantra que te ayude a recordar que solo es un mal día.
Mi experiencia con el cuidado de la salud mental
He hablado en diversas ocasiones de los problemas que tuve en algún momento con la depresión y ansiedad. Y aunque sin duda cada caso es distinto, ese sentimiento de pérdida de identidad o de sentir que no te reconoces cuando te ves en el espejo, es algo que nos pasa a muchas mujeres después de tener hijos.
En mi caso, la terapia psicológica, el ejercicio y dedicar tiempo para mí, ya sea haciendo las cosas que me gustan o tomando un pequeño viaje sola con amigos una vez al año, me han ayudado mucho a mejorar mi salud mental y emocional, y como consecuencia, tener un mejor desempeño como mamá.
Recordemos que cada persona tiene problemas y necesidades diferentes, pero todas las madres por igual debemos cuidar nuestra salud mental. Espero que estos consejos te sean de utilidad, y te ayuden a recordar que no estás sola, y que necesitar ayuda o espacio para ti no es algo egoísta ni te hace mala madre, es amor propio.
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