Tan claro como lo escribo, en el hospital de León impiden el parto natural. Me hago eco de una noticia que ha aparecido en el Diario de León que me ha parecido vergonzosa, verdaderamente preocupante: el rechazo del responsable del Servicio de Ginecología, Celestino González, al parto natural.
Desde la Consejeria de Sanidad se pretende apoyar la implantación de la Inciativa del Parto Normal, que viene impulsada desde el Ministerio de Sanidad. Este protocolo procura ofrecer a las mujeres que lo deseen la posibilidad de tener un parto natural, sin intervenciones innecesarias ni una medicalización sistemática que hoy se sabe que tiene efectos negativos.
Sin embargo, el doctor Celestino González, que debe estar poco informado de las investigaciones actuales y de las mismas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, cree que los partos naturales y normales no son una buena idea y que sería "volver a hace 30 años".
Se queja de los planes de parto que le piden que no se realicen rasurados, enemas, posición obligada, monitorización continuada y episotomía. Los rechaza, dice que serían un problema para su servicio, que parece ser más fiel a sus costumbres y organización obsoleta, que a los deseos de las parturientas o a la fisiología normal de un nacimiento.
Rechaza por sistema las peticiones de parto natural, pues dice que suponen más gastos, aunque es obvio que la necesidad de una matrona atenta no es más cara ni más complicada que la medicación, las tasas de cesáreas y partos instrumentales o la presencia de un ginecólogo en casos en los que. medicamente, puede ser superfluo.
Esta batalla, que tienen perdida los ginecólogos intervencionistas de la vieja escuela, todavía costará sufrimientos innecesarios provocados por no dejar que las mujeres que lo deseen paran sin ser intervenidas como enfermas, lo que, digan lo que digan, se sabe que contraproducente.
Por supuesto que lo rechazamos porque las peticiones no podían ser aceptadas, dadas las normas de este servicio. Las madres querían que no se les aplicara un enema de limpieza, ni suero, ni se les rasurara ni se les hiciera una episiotomía (incisión quirúrgica en la vulva que se practica en ciertos partos para facilitar la salida del feto y evitar desgarros en el periné). Esto significa que volvemos a los partos que las mujeres tenían hace 30 años y me parece un retroceso. Dos matronas por turno atienden una media de seis partos diarios y en el caso de los nacimientos sin ayuda medicalizada exigiría la dedicación exclusiva de una matrona en todo el proceso, además, el médico no sería necesario, salvo en los casos complicados.
En el fondo todo esto nace de la falta de formación moderna de los profesionales y, la verdad, de un corporativismo que impide que las matronas, profesionales de la atención al parto sin complicaciones, no reciban las responsabilidades laborales que, con el funcionamiento actual de los servicios más anticuados, mantienen los ginecólogos.
Creo que ya es hora de exigir a los profesionales de la medicina que no desoigan las peticiones de las mujeres y que atiendan a los avances en el conocimiento que es su obligación afrontar. El parto normal es un proceso natural y solamente la medicalización es necesaria en los casos precisos, no en todos, y mucho menos en contra de los deseos de las parturientas, que no son pacientes si no tienen complicaciones.
Es lamentable que en el hospital de León impidan el parto natural. Ya es hora de que cambien sus ideas y sus procedimientos de manera urgente y que, si es preciso, las autoridades sanitarias puedan intervenir para garantizar a las pacientes sus derechos.
Via | Diario de León En Bebés y más | Sanidad tiene un buen plan: partos más naturales, Libro "Iniciativa Parto Normal": la Federación de Matronas por un parto más natural