El parto es un proceso innato, fisiológico y natural, por el que el cuerpo de la mujer ha pasado a lo largo de los siglos. El derecho a un parto seguro y digno debería ser reconocido como derecho universal, así como los derechos de los bebés a nacer en un entorno agradable, seguro y sin dolor.
Y a pesar de ello en la actualidad encontramos que no se puede cumplir en muchos lugares por falta de condiciones sanitarias, y en otros, en “el primer mundo”, porque no se tienen en cuenta los deseos de la mujer.
En este vídeo se nos recuerdan junto a bonitas imágenes de nacimientos y bebés algunos de los derechos de las mujeres que van a dar a luz para que sea en un parto respetado:
- Derecho a una experiencia digna, sagrada, gratificante, profunda y con amor. El parto nunca debe verse como rutinario y mecánico por quienes lo atienden.
- Derecho a un parto en privacidad física y emocional íntimo y tranquilo. Hacer tactos vaginales como una rutina es una violación contra los derechos fundamentales para tener privacidad y autoprotección. Crear un ambiente de intimidad y seguridad con luz baja y tranquilidad es un derecho fundamental por un buen parto y nacimiento.
- Derecho a movilizarse, hablar, cantar, gritar, tomar la posición que quieran. Se debe dejar que el parto fluya de acuerdo a su comodidad y gusto particular sin tener que cumplir con las arbitrarias normas institucionales.
- Derecho a elegir quienes asistan su parto y a estar solas cuando quieren. Todo personal hospitalario, enfermeras, doctores, parteras y miembros de familia, deben estar invitados por la mujer para asistir al parto.
- Derecho a sentirse segura. Estar acompañada por los mismos profesionales durante el embarazo, parto y posparto es recomendable, y que estas personas sean de su libre elección.
- Derecho a recibir atención de matronas o parteras, especialistas en el parto fisiológico, y estar informadas de los beneficios. Es urgente incorporar parteras en el sistema de salud como las más indicadas para atender los partos en casa y en hospital (con respaldo del sistema médico si surgen complicaciones).
- Derecho a elegir tener el parto en su hogar. Y en caso de alguna complicación o emergencia deben ser bien atendidas por los servicios médicos.
- Derecho a no ser objetos pedagógicos. No se justifica hacer tactos o cualquier otro procedimiento de aprendizaje.
- Derecho a no ser mutiladas o maltratadas. La mutilación del cuerpo de la mujer en el parto sin razón justificada, hacer episiotomía (piquete) sin consentimiento informado es un ejemplo muy común.
- Derecho a tener acceso gratuito y fácil a la información acerca del proceso del parto natural y saludable. Asimismo para obtener ayuda en la preparación para el parto y la maternidad. La información debe incluir alternativas naturales a las normas institucionales: cómo parir en casa, parto en agua para aliviar el dolor o estimular el parto y sobre métodos naturales para inducir el parto.
- Derecho al acceso a información de las instituciones públicas y privadas sobre sus estadísticas de intervención y seguridad y a su expediente médico. Este derecho incluye poder hablar con personas que les puedan explicar la información en una manera precisa, clara y sencilla.
- Derecho al acceso inmediato a información completa acerca de todos los procedimientos que se le aplican a ellas o a sus bebés en el embarazo, el parto o el posparto. Las mujeres se deben informar de los posibles daños que provocan las intervenciones. El consentimiento informado significa no solamente estar informada, significa poder decidir sobre lo que le informan, la mujer tiene derecho a decir no, y ser respetada.
- Derecho a no ser lastimados. Esto, en el caso de bebés, incluye la utilización de fórceps y otras rutinas como la ligadura temprana del cordón umbilical, sondas para succionar, peras para sacar mucosas, máscaras de reanimación, inyecciones, gotas en los ojos y la falta de oxigeno-causada por la droga Pitocin™ (una oxitocina sintética) aplicada a la madre. Todo esto provoca sufrimiento y angustia en el recién nacido y afectará su bienestar en el futuro.
- Derecho a estar juntos (madre y bebé) en un ambiente de tranquilidad, por el tiempo que desea la madre. Tocar, cargar y amamantar al bebé en las primeras horas de vida es un derecho inalienable.
- Derecho a tener información y apoyo para la lactancia. Es un requisito que esté disponible en todo momento para todas las actuales o futuras madres.
Así vistos, los derechos de las mujeres y sus bebés en el parto y nacimiento parecen tan lógicos y deseables… Podemos incluir en nuestro plan de parto los derechos de la mujer embarazada y todos aquellos que consideremos fundamentales, expresando que somos dueñas de nuestro cuerpo y del momento de parir.
Esperamos ser un empujoncito más para conseguir todos los derechos de mujeres y bebés para un parto respetado y humanizado que por desgracia no siempre se cumplen en un entorno excesivamente medicalizado y rutinario, aunque desde muchos frentes se hagan esfuerzos para conseguirlo y efectivamente haya avances en muchos hospitales.
Vía | Midwifery Today
Vídeo | Youtube
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