Bienvenidos a la fiesta de la varicela

Bienvenidos a la fiesta de la varicela
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¿Qué me diríais si os invito a una fiesta con protagonistas enfermos de varicela o sarampión, y que vengáis con vuestros hijos? Pues estos curiosos eventos, que parecen tener origen en una época en la que no existían las vacunas, se siguen celebrando en la actualidad con bastante inconsciencia.

Me he quedado de piedra al leer estos casos de padres que están en contra de vacunar a sus hijos y organizan o asisten a fiestas de la varicela para ver si los niños se inmunizan al ponerse en contacto con los enfermos.

Recientemente se ha descubierto a través de una red social cómo un colectivo de padres “traficaba con enfermedades”. Las llamadas “Chicken Pox Parties”, o “Fiestas de la varicela” tienen el único objetivo de exponer a sus hijos a distintos virus para que, de esta forma, estos logren la inmunización a edades muy tempranas.

Dicho de otro modo, los niños sanos pueden ser infectados por los segundos y desarrollan la enfermedad cuando todavía son pequeños.

No se trata de un caso aislado ni actual, sino que en el pasado ya se han celebrado otras “fiestas de la inoculación” con otras enfermedades, como el sarampión. En infecciones como estas, si un niño padece la enfermedad a una edad temprana, el riesgo de posibles complicaciones de la misma es menor, en comparación con las que pueden surgir en adultos que enferman de la misma infección.

Esto es así para la hepatitis A, las paperas y la varicela, entre otras. Y esta es la base de que sean padres que desconfían de la vacuna contra la varicela, o padres que quieren que sus hijos adquieran la inmunidad siendo aún niños, los que organizan dichas “fiestas”.

Por si no fuera suficiente la exposición “natural” al contagio, se puede probar suerte comprando piruletas infectadas con la saliva de un enfermo, las “Chicken-Pox lollipops”.

Evidentemente, quienes organizan y asisten a estas fiestas creen que este método es más efectivo y más seguro que recibir la vacunación. Pero el riesgo evidente de prácticas como esta conlleva no sólo que el niño se exponga al virus en cuestión, sino que también queda expuesto a infecciones mucho más serias e inesperadas, como las que hemos mencionado más arriba.

Estas prácticas son muy controvertidas y se ven desalentadas por los funcionarios de salud pública en Estados Unidos. La mayor parte de los profesionales de la salud, si bien pueden entender la lógica del razonamiento y de la actuación, consideran esta práctica como una “locura”.

Cuando la exposición implica a la United States Postal Service (por envío de los productos contaminados, piruletas infectadas), la práctica es ilegal.

En cualquier caso, el sentido común y el desconocimiento acerca de cómo los virus pueden llegar a reaccionar en cada individuo o de los riesgos de infección de otras enfermedades no hacen recomendable esta práctica de las fiestas de la varicela.

Vía | Pediatría basada en pruebas
En Bebés y más | Diez cosas que debemos saber sobre las vacunas, El problema del sarampión en el mundo, Por qué no vacunar a los niños hace peligrar la salud de todos, Preocupación por el repunte de casos de sarampión y tos ferina en España

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