La sinusitis es la inflamación de las mucosas de los senos paranasales. Generalmente se produce en las infecciones de las vías aéreas superiores y desaparece por sí solo, pero un 10% de ellas se complican con una sinusitis aguda bacteriana. En el caso de que se prolongue por más de 10 semanas, se tratará de una sinusitis crónica. Esta es una enfermedad que aunque no comporta riesgos si que es aconsejable tratarla desde que se inicia.
Los síntomas pueden ser diferentes según la edad del niño, empieza a través de un catarro común que suele prolongarse más de lo habitual, aparece tos, mucha mucosidad nasal y no se responde adecuadamente a los tratamientos que hay para los resfriados. Junto a estos síntomas, hay una hinchazón de los parpados acompañada de mal aliento al levantarse por la mañana.
En algunas ocasiones puede confundirse una sinusitis con un simple resfriado, ya que muchos síntomas son compartidos en ambas patologías, pero se puede diferenciar claramente por el tiempo, es decir, un resfriado no dura más de una semana y suele mejorar, mientras que una sinusitis dura mucho más y sus síntomas son más acentuados que en los de un resfriado. El tratamiento de una sinusitis suele resolverse con antibióticos que acortan el tiempo de la enfermedad y evitan algunas complicaciones. Aunque también se puede prevenir conociendo las enfermedades que la predisponen y adoptando las medidas oportunas.
El catarro, los procesos alérgicos, las vegetaciones hipertróficas u otros factores que incidan en el drenaje de los senos paranasales, pueden influir en el desarrollo de la sinusitis. La limpieza de las fosas nasales en los niños propensos a los resfriados es una de las medidas recomendadas por los pediatras.
Hay un dicho que todos conocemos, “más vale prevenir que curar”, muy acertado por cierto, nos ayuda a evitar cualquier problema que de molestias para la salud de nuestro hijo.
Más información | alconlabs