Las personas que están cerca de nuestros hijos tienen un papel fundamental en su desarrollo, e influyen en la manera en la que ellos se relacionan con otros, en cómo ven el mundo y en cómo se sienten en general. Por eso es tan importante contar con personas que aporten valores positivos para ellos y para su proceso de crianza.
Solemos pensar que nuestros padres y los de nuestra pareja serán los aliados perfectos para esta labor, pero hay ocasiones en las que las cosas se complican un poco más, y es cuando estamos en presencia de abuelos tóxicos, o abuelos con conductas tóxicas. ¿De qué hablamos exactamente?
¿Qué es un abuelo tóxico?
El término abuelos tóxicos se utiliza para designar a los abuelos que tienden a presentar conductas tóxicas con sus nietos, o conductas que interfieren en nuestra crianza de los hijos, como la manipulación, con conductas egoístas y perjudiciales para nosotros y para nuestros hijos.
Se trata de personas que, lejos de aportar cosas buenas a nuestras vidas, se encargan de hacerla más difícil con constantes críticas y desautorizaciones de nosotros como padres.
Suelen ser altamente perjudiciales para la crianza de nuestros hijos en el sentido de querer cambiar las cosas a su modo, sin respetar nuestras opiniones y deseos. En muchos casos pueden llegar a producir que nuestros hijos nos dejen de respetar con su apoyo.
Sin embargo, también es cierto que hay abuelos que lo hacen sin darse cuenta, pero no por eso dejan de ser conductas tóxicas; en estos casos, es importante observar, poner límites y comunicarnos asertivamente con ellos, desde el respeto, la sensatez y la empatía.
Conductas de los abuelos tóxicos
Si te preocupa estar ante un abuelo tóxico o crees que puedes serlo tú mismo, es importante que tomes en cuenta las siguientes conductas asociadas a este tipo de personas:
1. Suelen desautorizar a los padres
Esto es bastante frecuente, incluso cuando los padres han dado indicaciones claras de ciertas cosas que los hijos pueden o no hacer. En estos casos los abuelos tóxicos toman atribuciones que no tienen para pasar por encima de la autoridad de los padres, lo que genera una tremenda confusión en los niños, afectando a su conducta y a sus emociones.
2. No respetan los límites
Otra señal de conducta tóxica en los abuelos es la de no respetar los límites que ponen los padres a sus hijos y los límites que ellos mismos ponen a los nietos, que suelen ser nulos (o, en el otro extremo, rígidos y desproporcionados). También, los límites en relación a cuándo estar con sus nietos.
Así, con esto nos referimos a todo tipo de límites, pues quieren tener toda la libertad para poder estar con sus nietos o llevárselos cuando quieran. También quieren poder determinar lo que ellos pueden hacer o no, sin tomar en cuenta las opiniones de los padres (o sabiéndolas pero sin respetarlas).
3. Intentan comprar el amor
Nuestros hijos son sensibles y pueden sentirse mal ante estas personas al notar que generan discordia y molestias en los papás. Por esta razón es frecuente que utilicen los regalos, dulces, paseos, etc., como un medio para comprar de cierta manera el cariño de sus nietos y hacer que quieran pasar más tiempo con ellos.
Esto muchas veces se hace de forma inconsciente porque se ha ido adquiriendo el hábito y la dinámica dentro de la familia (o sin pensar en las consecuencias de ello), pero es una conducta igualmente dañina para los niños.
4. Les hablan mal de sus padres
Suelen ser personas que les hablan mal a sus nietos de sus papás, criticando lo que ellos hacen o la manera en la que los están criando, fomentando así las molestias e incluso peleas entre padres e hijos. Pueden llegar a ser muy manipuladores en este sentido. Sin embargo, estas críticas no siempre son evidentes y explícitas; pueden ser muy sutiles, aunque esto no resta gravedad al asunto.
5. Tienen un nieto favorito y lo hacen evidente
Otra señal de abuelos tóxicos es el favoritismo que tienen con alguno de sus nietos, y no tanto porque "tengan un nieto preferido", sino porque lo hacen evidente, con comentarios explícitos delante del otro nieto, como "tú eres mi preferido", o peor aún, "tu hermano es la oveja negra de la familia", etc.
También pueden hacerlo a través de regalos, de ser más flexibles y menos disciplinados con ese nieto ante determinadas conductas que en los otros nietos sí señalan, etc. Esto, aunque pueda hacerse en tono de broma, puede generar mucho daño en el otro nieto, que se siente menos querido, algo que además puede tener un claro impacto en su autoestima.
La importancia de poner límites y hablar con los abuelos: ¿cómo hacerlo?
Todas estas conductas son altamente perjudiciales para la crianza de los niños, pues no se trata solamente de que ponen en tela de juicio la autoridad de los padres, sino que además generan una gran confusión en los nietos, que requieren de estructura y coherencia para poder tener un desarrollo psicoemocional sano.
Y no es fácil detectar estas conductas, porque además, provienen de personas a quienes queremos (que presuntamente quieren lo mejor para nosotros), que pueden ser nuestros propios padres, los cuales nos cuidaron a nosotros. Por ello insistimos en que muchas veces lo hacen de forma inconsciente, y debemos ser flexibles y entender, pero eso no quita que debamos hablar con ellos.
Por todo esto, si detectas ciertas conductas tóxicas en los abuelos de tus hijos, ya sea en tus padres o en tus suegros, es muy importante que pongas límites.
Habla con tu pareja y con ellos, remarcar que la crianza depende de vuestras propias decisiones, llegar a acuerdos y, si no es posible, deberéis plantearos distancia física o un replanteamiento total de la dinámica de vuestra relación. Recordad que lo importante es el bienestar de vuestros hijos, además de intentar mantener un clima familiar positivo.
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