Definitivamente, y después de leer el extenso artículo que El País dedicó a Islandia, yo quiero ser vikinga y vivir en un país con una excelente economía, sanidad y educación de calidad y pública, con los índices más altos de felicidad y sobre todo y ante todo con esta filosofía de vida: “es una sociedad que está culturalmente orientada, como prioridad absoluta, a educar niños sanos y felices, con todos los padres y madres que sea".
Tal vez por eso hayan llegado al nivel de calidad de vida actual: por políticas y condiciones sociales que protegen la infancia y su crianza desde sus familias.
Islandia es un ejemplo de que no se tienen por qué cumplir las profecías y prejuicios españoles sobre el embarazo y el fin de la vida laboral o cualquier posibilidad de triunfo de la mujer, que coloca a tantas madres en la disyuntiva vital de tener que elegir entre criar a sus hijos o trabajar fuera y casi no verlos. Esta ceguera social e incompetencia política es lo que ha llevado a las españoles a tener un bajísimo índice de natalidad y a edades tardías (28-33 años según sus estudios).
Y a mi me encanta comprobar que hay países donde ocurre exactamente lo contrario y no podemos insultarles por sub-desarrollados precisamente.
Estos son los alucinantes datos sobre los 313.000 islandeses:
- El índice de natalidad más elevado de Europa en mujeres jóvenes (22 años) incluso estudiando en la universidad
- La mayor tasa de divorcios, pero entre personas civilizadas y normalmente con custodias compartidas
- El mayor porcentaje de mujeres que trabajan fuera de casa y también en puestos de responsabilidad
- Islandia eligió a la primera mujer presidenta del mundo, una madre soltera, hace 28 años
- 9 meses de permiso por hijos remunerado, que pueden repartirse entre el padre y la madre
- El pueblo más feliz de la Tierra según The Guardian en 2006
- El país con la 6ª renta per cápita del mundo
- Las cifras más altas de lectores
- La expectativa de vida más larga del mundo para los hombres y para las mujeres entre las más altas
- El único país de la OTAN que no tiene Fuerzas Armadas (se prohibieron hace 700 años)
- El que tiene la mayor proporción de teléfonos móviles por habitante
- El sistema bancario que más rápidamente está expandiéndose en el mundo
- Increíble crecimiento de las exportaciones
- Aire cristalino
- Agua caliente que llega a todos los hogares directamente desde las cañerías naturales de las entrañas volcánicas
- No existen residencias para ancianos
- Una sanidad de primera categoría, hasta el punto de que la medicina privada en Islandia se reduce sobre todo a servicios de lujo como la cirugía estética
- Educación pública de tanta calidad que el 99% de los niños,acuden al sistema estatal. Destaca la estrecha relación de los profesores con los padres y la imaginativa forma de enseñar. Por ejemplo un método que se utiliza con los más pequeños es explicar la historia y la ciencia a través del teatro
Ellos dicen que la causa de tanto divorcio y de que una mujer tenga hijos de varios hombres es su pasado de vikingos promiscuos pero protectores y responsables de su manada.
Son familias extensas, hechas de retazos, pero cuyo comportamiento para los niños es de TRIBU: la forma ancestral y genuina de criar a los bebés/niños humanos: entre muchos adultos amorosos y no encerrados entre otros de su misma corta edad.
Las mujeres islandesas son muy modernas pero no creen que la vida se acabe por tener un niño a los 21 años. Consideran una estupidez esperar hasta los 38, más teniendo en cuenta que los bebés son allí bienvenidos y es saludable tener varios. El saber que, pase lo que pase en la vida, el futuro de los hijos está asegurado es lo que da a las islandesas las alas para seguir su instinto maternal.
Algo que me ha sorprendido mucho es decubrir que en sus universidades se puede ver muchas embarazadas y mujeres ¡amamantando¡. Cuando yo estudiaba eso sería como ver una extraterrestre y con una sentencia a la espalda.
Tampoco es cuestión de idealizar ninguna sociedad porque también tendrán sus aspectos negativos, aunque el artículo no los menciona. Mi admiración por los islandeses no va a provocar mi divorcio, ni voy a buscar otro hombre para tener un hijo y crear una tribu, ni puedo retroceder en el tiempo para tener hijos antes (yo lo tuve a los 35 que es cuando sencillamente lo deseé), pero sí me hace tener esperanzas.
Es evidente que son muchos los factores que contribuyen a los resultados que hemos expuesto de madurez personal y anteponer los hijos deseados a otras consideraciones, pero quiero que nos quedemos con una muy importante.
Unas políticas familiares decentes + una cultura de cohesión familiar + priorizar los niños = felicidad para todos
Como decía el dicho africano: “Se necesita una aldea para criar a un niño".
Cerca de Groelandia piensan lo mismo. ¿Será que eso es lo que necesitamos todos los humanos?
Vía | El País En Bebés y más | Libro: Bébés du monde En Bebés y más | "El trabajo es un obstáculo para la maternidad y no al contrario" El caso nórdico En Bebés y más | Por que son tan felices los niños holandeses En Bebés y más | Matres mundi, una mirada sobre la maternidad En Bebés y más | Global babies: un libro sobre bebés del mundo En Bebés y más | España, 5º puesto en calidad de vida para niños En Bebés y más | Estado mundial de la infancia 2007 En Bebés y más | El embarazo y el parto en otros países En Bebés y más | Los 10 mejores y peores países para ser madre