Si en un par de prácticas de crianza de las que vamos comentando tengo clara cuál es mi posición, la homeopatía es una de ellas. Para cuidar al bebé cuando existen afecciones o enfermedades, muchos padres consideran válida la homeopatía, ya sea recomendada por un “especialista” (de médicos, que los hay, a curanderos, que también) o por los vecinos.
A pesar de que la homeopatía es considerada por una gran parte de la comunidad médica y científica una pseudociencia, ya que no tienen base experimental ni científica sólida, se sigue confiando en ella y existe un gran volumen de negocio detrás.
Terapias naturales, terapias alternativas, medicina naturista son otros conceptos, más o menos regulados, pero diferentes. La OMS defiende el uso de la “Medicina tradicional, complementaria y alternativa”, que incluye prácticas tan diversas habituales en distintas culturas, como la acupuntura, la medicina unani árabe, medicinas indígenas….
Pero únicamente las admite cuando han demostrado su utilidad para el paciente y representan un riesgo mínimo y sobre todo en países con escasos recursos, aunque advierte del mal uso que se puede hacer de las medicinas alternativas y posibles reacciones adversas. El término “homeopatía” no es empleado en los documentos que hablan sobre estas medicinas tradicionales, pues se trata de conceptos distintos.
Ya hemos visto el caso concreto de la homeopatía en una serie de posts en los que Armando desgranó el concepto y por qué la homeopatía no funciona, incluso aunque el argumento más escuchado por los defensores de esta práctica es “pues a mi hijo le funciona”.
Si para cualquier estudio, medicina o práctica que repercuta sobre la salud existen diferentes grados de evidencia científica que avalen su veracidad y/o efectividad, parece ser que la homeopatía no cumple ninguno. No nos detenemos aquí de nuevo a explicar las bases de la homeopatía, ahora nos interesa la controversia sobre ella.
Os hemos preguntado en varias ocasiones si confiáis en la homeopatía para las dolencias de vuestros hijos, y siempre se ha generado debate y opiniones encontradas, desde que ven un claro timo hasta los que aseguran su “milagrosidad”.
Parece claro que el efecto placebo es el único que puede resultar en la homeopatía, pero para los padres preocupados por la salud de sus hijos, que ven cómo ha mejorado, es fácil asociar la mejora al producto homeopático y no a otros factores que hayan podido tener su influencia.
En cualquier caso, seguirá habiendo debate en este aspecto como lo seguirá habiendo entre ciencia y fe, y la homeopatía seguirá estando entre las prácticas de crianza más controvertidas, y sobre todo seguirá estándolo porque resulta un gran negocio para los que están detrás.
Las diez prácticas de crianza más controvertidas
Foto | Fotomontaje realizado con fotos de Torsten Mangner y distillated en Flickr
En Bebés y más | Homeopatía en bebés y niños