Recientemente ha publicado en España el libro “No Kid. 40 buenas razones para no tener hijos" de editorial Península.
La verdad es que esta autora francesa (de origen suizo) es tán radical y exagerada en sus comentarios que genera un rápido rechazo por mi parte, pero, si me paro a reflexionar un poco, tengo que decir algo a su favor.
Hace una crítica social muy importante. En estos momentos se idealiza el concepto de maternidad y muchos tienen hijos porque “toca" y porque es parte del concepto de vida oficial junto con una hipoteca, un coche y un perro.
Algunos padres creen que los hijos son lindas estatuas que huelen a Nenuco y que complementan muy bien con sus vidas. Pero cuando llegan sin manual de instrucciones, todo suele ser extremadamente más duro y diferente de las falsas expectativas y a las mentiras sobre los niños que nos cuenta nuestra sociedad.
Además, nos incitan a tener hijos pero no nos ayudan a criarlos bien, y ejercer de madre a tiempo completo está totalmente desprestigiado. Este libro creo que es más realista en este sentido.
Los niños no son osos de peluche las 24 horas. Son seres vivos a los que acompañar y que exigen una dedicación, esfuerzo y amor total. Y los que no tengan claro si tener un hijo o no deben saber cómo éstos trastocan tu vida radicalmente.
Tal vez este libro pueda disuadir de traer al mundo criaturas a las que luego desatender o maltratar. Tal vez los padres que intentaron vender a su hijo por Internet no lo hubiesen tenido de haber conocido estas 40 razones para no tener hijos.
Pero dicho esto, debo reconocer que, cada vez que esta mujer abre la boca, se cubre de gloria. Estos son sus últimos comentarios:
“Criar un niño es la guerra. Lo sé por propia experiencia, ya que soy madre de dos hijos. Sé que cada día es una lucha y a mi no me gusta nada dar órdenes, pero con los niños estás obligado, es espantoso”.
“Con el embarazo llega un largo invierno sexual”
“La profesión de padre es un viacrucis de múltiples estaciones, con una cumbre de la abominación: la navidad.”
“La verdadera igualdad entre sexos es una quimera, puesto que las mujeres cuando traspasan la línea de la maternidad dejan de ser fiables para sus empresas, a la vez que, a nivel personal, los hijos son un freno para realizar todo aquello que ellas querrían”.
“La única esperanza en este mundo actual la desnatalidad y la última libertad se encuentra en el hecho de decir: preferiría no hacerlo”.
El New York Times definió hace unos años a Corinne Maier como “la heroína de la contracultura” y yo afirmo aquí y ahora que la contracultura ha perdido el norte o ha fracasado totalmente si su discurso se centra en una mujer amargada que no ha sabido entender las causas verdaderas del sufrimiento de tantas madres y mujeres. Y que no son sus hijos precisamente, sino el modelo de sociedad donde vivimos y la ausencia de tribu, apoyo emocional y condiciones dignas de crianza. Y si no que se lo pregunten a las madres islandesas.
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¡Por favor, no les echemos la culpa a los niños¡
Vía | Público
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