El bebé de la fotografía de la izquierda es Sacha Thyssen Cuesta, el nieto de la baronesa Carmen Thyssen, una de las mujeres más ricas de Europa y por tanto es un heredero de oro.
En la revista "Mujer hoy corazón", que regalan con un periódico, he encontrado un artículo con este encabezamiento literal: “Así es la vida de Sacha Thyssen Cuesta: dos niñeras le cuidan día y noche y se alimenta con biberón. Duerme en una cuna valorada en 1.115 euros y su habitación ha sido decorada por una firma de lujo. El futuro barón Thyssen es un niño afortunado"
Me impactó bastante este último comentario y ofendió en cierta manera. Si eso es ser afortunado, ¿qué son nuestros hijos, el 99% de la población, sin 2 niñeras ni habitación de lujo?, y es más ¿qué es mi hijo que se alimenta con algo tan barato, popular y mamífero como la lactancia materna y no duerme ni en su cuna ni en su habitación sino con sus padres? ¿No afortunado, es decir: desgraciado?
Los comentarios del periodista y la opción de esos padres reflejan fielmente el modelo de crianza que valora nuestra sociedad:
- cuanto antes se independicen los bebés mejor
- los padres no son imprescindibles: niñeras para los ricos, guarderías a los 0 meses para los pobres (perdón, clase media)
- el biberón es buenísimo, igual que la teta y mucho más cómodo porque lo puede dar cualquiera
Los 3 supuestos son falsos y pueden tener consecuencias físicas, emocionales y sociales. Los adultos violentos tienen una infancia llena de carencias afectivas, y estos 3 puntos las potencian porque suelen impedir el contacto, calor, vínculo, etc. que los bebés necesitan.
No pongo en duda que Sacha podrá ser una gran persona, feliz, sana y pacífica, pero también lo pueden ser nuestros hijos o los de esta sonriente mujer africana.
¿Qué es un bebé afortunado? En mi opinión no tiene nada que ver con el dinero, sino con el AMOR en el que se críe y cómo se cubran sus necesidades emocionales:
- un bebé deseado
- maternado voluntariamente por sus padres/familiares/cuidadores
- preferentemente amamantado
- que le cojan en brazos
- que le atiendan y consuelen cuando llore
- y que le permitan ser niño.
Algunas madres no pasarán nunca una mala noche, no les goteará la leche ni se les hincharán los pechos, no les dolerán los brazos de mecer a sus hijos, no estarán histéricas muchas tardes, pero está por ver que reciban las mismas recompensas que las madres ojerosas que estamos voluntariamente al pie del cañón de la crianza.
El dinero puede comprar comodidad, pero no puede comprar ni instinto maternal/paternal ni sabiduría.
Vía | Revista impresa Mujer hoy corazón Más información | Cuanto menos tiempo pasa un niño con su madre, más violento Más información | La importancia de la "fase en brazos" de Jean Liedloff Más información | Donde nace la violencia En Bebés y más | Madres insumisas y padres insumisos de la crianza oficial En Bebés y más | Alimenta a tu hijo mejor y será más rico En Bebés y más | La capacidad para ser feliz es hereditaria En Bebés y más | Autoestima constructiva En Bebés y más | ¿Será nuestro hijo feliz? En Bebés y mas | Los niños amamantados son más felices En Bebés y más | Libro "50 ideas para hacer a tu hijo feliz"