Las primeras salidas sin el bebé suelen ser complicadas. Ya sea porque volvemos al trabajo después de nuestra baja por maternidad o porque debemos salir a hacer algún mandado a solas, esas primeras separaciones no suelen ser fáciles.
Y lo son aún menos, cuando nuestro bebé ya es consciente de que nos vamos y comienza a llorar cuando se da cuenta que salimos de casa. ¡Sentimos que se nos apachurra el corazón!
Pero si te sirve de algo, que sepas que esta es una situación muy común y por la que pasamos muchas madres y podemos hacer algunas cosas para que sea menos difícil. Te compartimos algunos consejos para gestionar este momento con respeto y sin sentirte culpable cada vez que salgas de casa.
Prepara el terreno
Para que nuestro bebé no pase por un mal momento cuando salgamos de casa sin él, es necesario que nos preparemos con antelación. Con esto, no nos referimos al mismo día, sino a los días o semanas previas.
Si un día repentinamente salimos de casa, tomará a nuestro bebé por sorpresa y sin duda tendrá un mal rato. Una de las mejores cosas que podemos hacer para prevenir esto, es preparar el terreno, haciendo algunas de las cosas que a continuación compartimos.
Pasa tiempo de calidad con él
Esto puede sonar obvio para algunos, pero para otros puede ser incluso contradictorio: ¿no se acostumbrará más a estar siempre conmigo y será más difícil la separación? En realidad no. Está comprobado que cuanto más se sienta amado y protegido un bebé, más seguro y tranquilo estará.
Además, pasar tiempo con él nos ayudará a calmar esa vocecita de culpabilidad que puede llegar a hacer su aparición cuando salgamos sin él.
Haz pequeños simulacros
El consejo clásico de toda la vida: comienza por pasos pequeños. Algunos días o semanas antes de la primera salida, realiza algunos simulacros "de salida" en casa.
Puedes dejar a tu bebé jugando (siempre cuidando que no corra ningún peligro) y salir de la habitación, para regresar después de un par de minutos. Poco a poco, comienza a alargar el tiempo de tu ausencia. Otra forma de hacer esto, es dejándolo con otra persona que él conozca los minutos que no estarás.
Esto te servirá principalmente para dos cosas: que tu bebé comience a sentirse cómodo estándo solo (o con alguien que no seas tú) y para que aprenda que aunque te vayas, siempre regresarás a su lado.
No salgas a escondidas
Uno de los errores comunes que solemos cometer cuando salimos sin nuestros hijos las primeras veces es hacerlo a escondidas, pensando que de este modo no se darán cuenta que no estamos y sufrirán menos. Pero nada más alejado de la realidad.
Para un bebé el notar que su madre (que suele ser la figura con la que más apego tiene) ha desaparecido le genera desconcierto y angustia, pues no entiende cuándo ni por qué se ha ido, cuándo regresará, ¡o incluso si volverá en lo absoluto!
Lo mejor siempre será despedirnos al marcharnos y saludarle al volver, tanto en los simulacros que hagamos en casa como en el momento en que tengamos la salida real. Con esto aprenderá eventualmente que cuando nos despedimos, siempre regresamos.
Déjalo con alguien que conozca bien
Este es otro paso muy importante para las salidas fuera de casa. Tener una persona de confianza y con la que nuestro bebé se sienta cómodo y tranquilo es primordial. En la mayoría de los casos, este suele ser el papá, pero si él no podrá estar, en muchas familias esta persona suele ser la abuela o alguna tía.
Lo básico, independientemente de que elijamos a alguien de la familia o alguna amistad, es que el bebé ya conozca a esta persona a través de un vínculo emocional, pues debe funcionar como alguien que "sustituye" a mamá las horas que ella no estará.
Prepara lo que pueda necesitar
Otra cosa que debemos hacer antes de salir de casa, es dejar listo todo lo que nuestro bebé pueda necesitar. Habremos de tomar en cuenta el horario (si será a la hora de su siesta, si le dará hambre antes de que regresemos, etc.) para organizar y preparar las cosas que pudiera necesitar en nuestra ausencia.
Sé paciente
Es posible que tu bebé no llore o ni siquiera note que no estás -especialmente si se queda con papá o alguien de confianza-, pero también puede ser que por más que te prepares no logres evitarle un mal rato. Si esto sucede, es importante no desesperarte ni angustiarte.
Recuerda que tu bebé está aprendiendo y hay muchas cosas que aún no comprende (como la permanencia del objeto o las personas), o puede estar pasando por esa etapa donde se presenta la angustia de separación. Este proceso, como muchos otros de la infancia, puede ser difícil para él. Trata de ser paciente con él y contigo.
No te atormentes
Finalmente, ha llegado el momento de salir de casa y hay diversas reacciones y sensaciones que podemos vivir. Por un lado, habemos mamás que sentimos que "nos falta algo" o que incluso tenemos esa famosa ansiedad por separarnos de nuestro bebé (algo que personalmente experimenté y me llenó de dudas e inseguridades). Por otro lado, hay quienes se sienten culpables al salir de casa, ya sea porque tienen que ir a trabajar o porque decidieron salir en pareja o con amigas.
Sea cual sea tu caso, no debes atormentarte ni sentirte culpable por dejar a tu bebé algunas horas. Recuerda que todas las mamás tenemos que salir eventualmente sin ellos por un motivo u otro. Al volver a casa, abrázale, háblale y dale todo tu amor.
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