Uno de los momentos más emocionantes para una futura mamá (especialmente si se trata de una primeriza), es cuando empieza a comprar la ropa de su bebé. Por eso, y ya sea que decida tener otro bebé, conservarla o regalarla a otra futura madre, hay que tener algunos cuidados especiales para guardarla de tal forma que el paso del tiempo no la estropee. Con estos sencillos trucos las prendas estarán intactas, incluso si pasan años hasta que la vuelvas a sacar.
Asegúrate de que está perfectamente limpia, pero sin planchar
Antes de guardar la ropa, se debe lavar cuidadosamente, evitando usar suavizante porque al guardarla durante mucho tiempo puede producir alguna mancha, y completamente seca para evitar que se cree moho. Tampoco debes plancharla, ya que al hacerlo se puede suceder lo mismo al no airearse la ropa y además el calor puede fijar y aumentar alguna pequeña mancha que en un principio era casi imperceptible.
Retira aquellos botones que puedan producir manchas
Algunas prendas tienen botones con apliques metálicos que pueden oxidarse y manchar la ropa. Para asegurarte de que esto no ocurra, lo mejor es retirarlos y guardarlos en una bolsa aparte (con cuidado para no perderlos).
Guárdala en bolsas de lino o algodón
Las bolsas o cajas de lino (o de algodón), son perfectas para la delicada ropa de un bebé, ya que las prendas se conservan mejor, están protegidas del polvo, pueden transpirar y evitan que se produzca el deterioro de la tela. Evita las cajas o las bolsas de plástico porque la ropa acumular humedad y además pueden producir manchas amarillas.
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Utiliza papel de seda
Si tienes muchas prendas o si la gran mayoría es blanca, es recomendable separar una prenda de otra con papel de seda para aislarlas de la humedad y de posibles manchas que pudiesen transferirse.
Elige un lugar seco para guardarla
Asegúrate de que el sitio en el que vas a guardar la ropa está libre de humedades (para evitar que se produzca moho), y también que no esté expuesta a los rayos directos del sol, ya que de lo contrario pueden producirse manchas amarillas.
Introduce una bolsita de tela con lavanda
La lavanda es un repelente natural de insectos y polillas y además evita el olor a "guardado". Asegúrate de que las hojas no entran en contacto con la ropa para evitar manchas.
Recuerda que antes de usar la ropa nuevamente, es recomendable lavarla con un detergente suave y secarla de forma natural. Así evitarás problemas de ácaros e irritaciones en la delicada piel del bebé.
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Imagen | Mango