Que ilusión cuando tu hijo te trae su primera pintura, menuda obra de arte, se nota su fuerza, ese espíritu rebelde y transgresor que muestra cada noche, sobre todo a partir de las dos de la madrugada. No entiendes por qué los demás sólo ven un folio con unos cuantos rayajos, cuanta envidia.
Pasado el tiempo vas recibiendo "regalitos" a ritmo de dos o tres por semana, mes tras mes, hasta que tu casa se ha mimetizado con la escuela infantil a la que va tu hijo. No es que este año el niño vaya más contento, es que simplemente no puede distinguir su casa de la escuela. Y no digamos cuando no es sólo un hijo el que tienes, en este caso podríamos montar una papelería de segunda mano. Así que llegados a este punto, es inevitable preguntarnos qué hacer con las manualidades de nuestros hijos.
Salvo que tengas la suerte de vivir en una de esas mansiones de cientos de metros cuadrados, pasillos laberínticos y en las que necesitas ir al baño en moto porque sino no llegas, vas a necesitar una estrategia para gestionar las diversas manualidades de tus hijos. Que llega un punto en que hasta tus padres cuando vienen de visita no saben hacia donde abre el frigorífico, pues el asa está enterrada entre "Felicidades papá", "Te quiero mamá", "Pies de Luisito 2011" y cientos de pegatinas de diversos personajes de animación.
Una vez el frigorífico esté lo suficientemente empapelado pasamos a hacer lo propio con las paredes de su habitación, el retrovisor del coche y los espejos de los baños y así vamos cubriendo el espacio con las diversas expresiones artísticas de tus pequeños Dalís. Tarde o tempranos os vais a tener que poner con ello, aquí van algunos consejos:
Designa una zona de exposiciones
No es necesario que sea la puerta de la nevera, así la puedes dejar para esos imanes que os traéis de los viajes y para la lista de la compra, puede ser una pared o incluso una ventana y ve rotando los trabajos expuestos. Si tienes dos hijos es importante que delimites dos zonas, una para cada niño y que vayas rotando los trabajos, bien dejando el más os guste a todos o quitando el más viejo, eso es a vuestro gusto.
Fotografía cada uno de los trabajos
Una buena idea es tomar fotos de cada trabajo y recopilarlas todas juntas de forma que puedas enseñárselas a tus hijos o a sus abuelos cuando deseen. También es buena idea hacerlo para guardar un recuerdo de lo que han hecho, pues los niños no van a tener tu mismo cuidado en salvaguardar sus propias obras de arte y no te quiero contar el que puedan tener con las de sus hermanos.
Deshazte de ellos
Es cruel, lo sé, pero de verdad quieres guardar cada una de sus manualidades, ese ambientador con hojas de eucalipto, cáscara de limón y pétalos de flores que olía tan bien...hace tres meses, ahora ya casi ni te atreves a tocarlo. Escoge unas pocas cosas que mejor representen a tu hijo y el resto tíralas. Si por una casualidad de la vida, tu hijo después de 30 años te pide explicaciones de por qué no le guardaste sus garabatos dile que la culpa fue de cierto desalmado editor de Bebés y Más, lo entenderá.
Regálalos
Seguro a los abuelos y tíos les encanta que sus pequeños tesoros les regalen sus trabajos y si tienen la suerte de que viva su bisabuela le puedes mandar el pack anual completo que lo más seguro es que le encante y quiera repetir al siguiente año y no es broma. Ten en cuenta que si los tíos tienen niños de edades similares a los tuyos pueden usar la misma técnica contigo, así que mejor no abusar a no ser que os los intercambiéis como si fueran cromos.
Reciclar
Una forma de irse deshaciendo de algunas manualidades es reutilizarlas como base o componentes de otras, así por ejemplo si tenéis una cara con pegatinas con ojos, podéis hacer otro dibujo y reutilizarlas. También podéis envolver los regalos con dibujos, así ahorras papel y la sorpresa será doble.
Foto | Kodomut en Flickr Vía | Homemakers news En Bebés y Más | Imprimibles de Frozen para hacer manualidades con niños, Guía de manualidades, juegos y poemas para niños: el entretenimiento está asegurado