Se acerca el verano y pronto los niños podrán comenzar a disfrutar de los días de piscina y playa (bueno, al menos eso esperamos si el tiempo nos lo permite). Los juguetes acuáticos para nuestros hijos como los flotadores y los manguitos son artículos que debemos comprar con cabeza, pues muchos incumplen las normas de seguridad y su uso puede suponer graves riesgos.
Según controles realizados en Andalucía por inspectores de Consumo más de la mitad de los juguetes acuáticos como colchonetas, flotadores, manguitos, sillones hinchables, chalecos salvavidas y demás artículos de este tipo incumplen las normas establecidas para la protección y seguridad de los consumidores y usuarios.
La función de estos juguetes es ayudar a la flotación como apoyo para los niños que están aprendiendo a nadar. Su seguridad debe estar garantizada al máximo pues un fallo podría poner en peligro su vida.
La principal deficiencia de estos artículos está en el etiquetado, que no especifica las medidas de seguridad, ni el rango de peso del niño, y luego que el artículo no ha pasado las pruebas de resistencia a la perforación, o dicho de otra forma, se pinchan con demasiada facilidad.
Hay algunos flotadores o chalecos en los que los bebés pueden deslizarse con facilidad o bien volcar, o puede fallar la válvula de seguridad.
A la hora de comprar flotadores, manguitos y demás juguetes acuáticos debemos en primer lugar elegir bien el sitio donde compramos, y luego verificar el etiquetado, que esté en español y comprobar que sea un artículo homologado que cumple con las normativas de seguridad europea.
Y por supuesto, vigilar en todo momento al niño cuando está dentro del agua.
Vía | El Mundo
Foto | Scott & Elaine van der Chijs en Flickr
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