El típico hábito que no pueden evitar los niños con altas capacidades a la hora de acostarse

El típico hábito que no pueden evitar los niños con altas capacidades a la hora de acostarse
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Para la mayoría de las personas, el momento de irse a la cama representa una transición tranquila hacia el descanso, sobre todo para los niños que caen rendidos al final del día tras haber agotado toda su energía.

Pero las personas con un mayor potencial intelectual, incluyendo los niños con altas capacidades, suelen adoptar hábitos muy específicos que reflejan su modo único de pensar. A última hora del día, a su mente constantemente activa le cuesta reducir el ritmo y preparase para el sueño.

Un estudio realizado por el Dr. Revol, jefe del servicio de neuropsiquiatría infantil del Hospital Universitario de Lyon, sugiere que el patrón de sueño de las personas superdotadas es particular.

Los niños con altas capacidades tienen más ciclos de sueño y más cortos

La investigación ha podido comprobar que tienen más ciclos de sueño (6.40 frente a 4.21 de media) y ciclos más cortos (70 minutos frente a los 90 típicos), en comparación con otras personas. Además, el estudio, que involucró a 196 niños superdotados y 226 niños de control de entre 8 y 11 años, muestra que el sueño REM comienza antes y que, al final de la noche, los individuos con altas capacidades duermen principalmente en sueño ligero y REM.

Para la psicóloga Arielle Adda, especializada en niños superdotados y autora del libro "Del niño al adulto superdotado, construyendo su personalidad", esto se debe a que estas personas procesan la información más rápidamente que el promedio. "Es durante el sueño REM cuando el cerebro organiza y clasifica esa información. Además, los superdotados suelen tener sueños intensos vinculados a sus vivencias diarias, un indicio de un sueño REM más marcado", explica Adda en Le Figaro Étudiant.

El cerebro de las personas con altas capacidades tiene dificultades para desacelerar al momento de dormir. "Es común que experimenten hiperactividad cerebral al intentar conciliar el sueño, repasando los eventos del día, lo que podría haber salido mejor. Su perfeccionismo intensifica este proceso", señala la psicóloga.

Para ellos dormir es "perder el tiempo"

Este fenómeno es más pronunciado en adultos, quienes son más conscientes de la importancia del sueño, algo que no siempre sucede en los niños. "Para ellos, dormir puede sentirse como una pérdida de tiempo. Están en constante búsqueda de aprender y descubrir, lo que los lleva a abandonar la siesta temprano y a no entender por qué otros niños siguen durmiendo", añade Adda.

Sed de lectura. Ante esta agitación nocturna, los niños con alto potencial intelectual adoptan un hábito común antes de dormir: la lectura. "Las personas superdotadas tienen una sed particular de lectura, y en este contexto, leer por la noche les ayuda a calmarse. El problema es que esto también puede hacer que se queden despiertos hasta tarde, dificultando el despertar", explica Adda. Los trastornos del sueño son frecuentes en este grupo, lo que, según la psicóloga, constituye una parte clave del diagnóstico de precocidad intelectual.

En cuanto a las soluciones, aunque no existen métodos milagrosos, algunas estrategias pueden ser útiles, como ejercicios de respiración, estiramientos o rituales relajantes. "En los casos más graves, se podría considerar un tratamiento farmacológico, ya que el sueño es esencial para su bienestar", concluye Arielle Adda.

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