Hace tiempo que se sabe que el cerebro tiene plasticidad, es decir, que va cambiando a medida que vamos creciendo, aprendiendo y viviendo. Uno de los momentos en los que más cambia es durante el embarazo, momento en que el sistema nervioso de la mujer la prepara para la inminente maternidad.
Durante el embarazo, como todos sabemos, las hormonas empiezan a hacer de las suyas en todos los sentidos. Los cambios más evidente son los físicos, porque son los que más se aprecian a simple vista y los que más nota la embarazada, sin embargo hay también cambios a nivel psicológico, porque las mujeres embarazadas aumentan su capacidad empática (para ser más capaces de conectar con su hijo y de entender y atender sus demandas).
Además de esto, se ha visto que se modifican regiones cerebrales encargadas de manejar el estrés, algo que sin duda es necesario para las primeras semanas con el bebé.
La investigación se ha llevado a cabo por científicos de la Universidad de Chapman, en Estados Unidos, y según comentan los investigadores no todos los cambios son positivos, porque las nuevas habilidades de que dispone la madre tienen un coste. Al parecer las madres sufren una leve pérdida de memoria.
Según explica Laura M. Glynn, miembro del equipo de investigación:
Puede haber un coste cognitivo, pero el beneficio es que la madre será más sensible y eficaz (...) El embarazo es un período crítico para el desarrollo del sistema nervioso central en las mujeres embarazadas. Aún no sabemos casi nada al respecto.
El estudio que mencionamos ha sido publicado en la revista Current Direction in Psychological Science y sus autores comentan también que son necesarios más estudios para conocer el cerebro de las mujeres embarazadas, puesto que la mayoría de conclusiones que conocemos a día de hoy provienen de la observación de ratones hembra.
Lo curioso del asunto es ver cómo el cerebro de la mujer cambia antes de que el bebé nazca. Los hombres no tenemos esta oportunidad, porque en nuestro cuerpo no sucede ningún cambio. No hay embarazo alguno, no hay mayor cambio que el psicológico y la adaptación real a la nueva situación suele darse más en el periodo postnatal, que es cuando el niño ya ha nacido, que antes de conocerle, durante el embarazo de la pareja.
En las mujeres, sin embargo, los cambios cerebrales, las adaptaciones a la nueva situación y los cambios en cuanto a la manera de ser llegan antes de que el bebé nazca, como podemos ver, en un fenómeno que nos muestra, una vez más, cuán sofisticada es la naturaleza humana y cuán ignorantes somos al respecto.
Vía | Hecho de hoy
Foto | Greensuitcase
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