Casi dos millones de mujeres deben someterse cada año al cerclaje uterino o cervical, una intervención quirúrgica muy habitual en ginecología que consiste en cerrar el cuello del útero en los casos en que se demuestra insuficiencia o incompetencia cervical, es decir, una dificultad del cuello uterino para mantenerse cerrado hasta el momento del parto.
Las causas pueden ser variadas y el tratamiento consiste en suturar y atar el cuello del útero para evitar un aborto o un parto prematuro, una práctica no exenta de riesgos. Un nuevo estudio cuestiona el tipo de sutura que se utiliza para realizar el cerclaje uterino, ya que creen que podría tener más riesgos que benficios. Según se publica en la revista científica Science Traslational of Medicine, el uso de un tipo de sutura frente a otra se asocia con un riesgo tres veces mayor de muerte fetal y casi el doble de riesgo de parto prematuro.
El hilo de sutura
En el estudio, realizado con 678 mujeres mujeres embarazadas que recibieron un cerclaje cervical diseñado para prevenir el parto prematuro, el uso de una sutura trenzada frente a una sutura con monofilamento se asocia con un riesgo tres veces mayor de muerte del feto y casi el doble de riesgo de probabilidades de tener un parto prematuro.
En el 80 por ciento de las intervenciones se utiliza una sutura trenzada, ya que es más fuerte y es más fácil trabajar con ella. Pero debido a que es más grueso y a su estructura similar a un engranaje, altera la microbiota vaginal favoreciendo el crecimiento de bacterias potencialmente peligrosas en el cuello uterino, e impide, a su vez, el de especies de Lactobacillus, fundamentales para mantener una microbiota vaginal saludable.
En las mujeres que recibieron el cerclaje trenzado, estas alteraciones estuvieron acompañadas además por una respuesta inflamatoria.
Los autores del estudio estiman que cambiar la sutura trenzada por la sutura con monofilamento en el cerclaje cervical evitaría cerca de 170.000 partos prematuros y 172.000 muertes fetales cada año en todo el mundo.
Riesgos del cerclaje
Las suturas se retiran cerca del noveno mes del embarazo. Si antes de llegar a término aparecen contracciones, puede ser necesario retirarlo antes por el riesgo de desgarro y la consiguiente hemorragia.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cerclaje cervical es un procedimiento invasivo con un riesgo intrínseco de pérdida del embarazo. Por ello sólo se debe realizar en casos de alto riesgo donde haya un factor cervical durante el segundo y el tercer trimestre del embarazo.
Entre el 70% y el 90% de las mujeres que se practican un cerclaje dan a luz a un bebé sano. Sin embargo, no está claro cuántas de estas mujeres realmente necesitaban un cerclaje. Hay muchas mujeres con cuello uterino corto o débil que optan por no practicarse una cirugía y aun así dan a luz a bebés sanos.
Vía | ABC
Más información | Science Traslational of Medicine
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