La leche materna es el mejor alimento que puedes darle a tu bebé y está comprobado que todas las mujeres tienen una leche buena y completamente nutritiva para sus hijos. Sin embargo, esto no quiere decir que no tengas cuidado con la alimentación durante esa etapa.
Te contamos cuáles son las recomendaciones para llevar una alimentación sana durante la lactancia materna.
¿Es necesario llevar una dieta limitada durante la lactancia?
En cualquier etapa de tu vida, la recomendación es llevar una alimentación equilibrada, pues es importante para mantenerte saludable. Se tiene la creencia de que durante la lactancia se deben tener muchas restricciones alimentarias y se deben hacer sacrificios evitando ciertas comidas, pero no tiene por qué ser así.
Es verdad que todo lo que come la madre en el embarazo y lactancia es de donde se obtienen los nutrientes que recibirá el bebé, pero en el caso de la leche materna, ésta llega a él ya procesada con base en lo que el cuerpo quiere ofrecer al bebé, ofreciéndole la alimentación que necesita.
De acuerdo con el Documento de Consenso sobre la Lactancia Materna, publicado por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), las madres que amamantan necesitan una dieta variada, suficiente para mantener su peso y que sea rica en líquidos, vitaminas y minerales.
Por su parte, en el sitio web de La Leche League International reafirman lo que comentábamos: no es necesario evitar ciertos alimentos (a menos que seas alérgica a ellos) y puedes comer de todo sin problemas, procurando llevar una alimentación equilibrada.
Lo que sí recomiendan, es que si estás pensando en eliminar o no consumes un grupo entero de alimentos (por ejemplo, lácteos o carnes), deberás consultar con tu médico para ver si es necesario que tomes algún suplemento y así asegurar que no tengas riesgo de padecer alguna deficiencia nutricional.
Entonces, ¿debes hacer una dieta especial y restringida durante la lactancia? En resumen: no. Pero sí es recomendable llevar una alimentación equilibrada, simplemente porque es lo mejor para ti y para que te mantengas saludable. Así que te compartimos algunos consejos para que lleves una alimentación sana durante la lactancia.
Alimentos recomendados
Al igual que en cualquier alimentación equilibrada, hay ciertos alimentos a los cuales debemos darles prioridad y que podemos consumir de forma libre o frecuente:
- Cereales: de preferencia integrales, pan, arroz y pasta.
- Frutas y verduras: todos los días, pues además te ayudarán a mantenerte hidratada.
- Proteínas: huevos, pescado y carne (darle prioridad a carnes blancas y limitar el consumo de carnes rojas a tres veces por semana).
- Productos lácteos: leche, quesos, cremas.
Alimentos que debes consumir con medida
Si bien no es necesario eliminar ciertos alimentos o hacer sacrificios, sí hay ciertas comidas y bebidas que deberás consumir con medida:
- Grasas trans: suelen encontrarse en alimentos fritos o procesados, así como en los alimentos congelados y grasas sólidas como la manteca o mantequilla.
- Aceites refinados: siempre será mejor utilizar aceite de oliva en lugar de ellos y de la mantequilla.
- Bollería industrial: bizcochos, pasteles, donuts, galletas.
- Refrescos o bebidas carbonatadas.
- Café
Recuerda mantenerte hidratada
Durante la lactancia es probable que sientas una sed insaciable, esto es normal pues el 88% de la leche materna es agua. La recomendación es que bebas de dos a tres litros de agua al día, pero puedes irte guiando por tu sed y tomar la que tu cuerpo te pida.
Evita las dietas
Al igual que en el embarazo, durante la lactancia no es recomendable hacer dietas, pues ambas son etapas en las que tu cuerpo necesita tener una alimentación completa y equilibrada. No te saltes comidas y procura comer de cuatro a cinco veces al día.
Como podrás darte cuenta, durante la lactancia no es necesario sacrificarte y renunciar a una enorme lista de alimentos o bebidas (excepto el alcohol, y si tú o tu bebé padecen alguna alergia alimentaria). Simplemente enfócate en comer saludablemente, dándole prioridad a lo natural y evitando lo procesado, para así tener una alimentación sana durante la lactancia materna.
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