¿Qué desayunas por las mañanas? Tal vez café, infusión, tostadas, cereales, zumos... Pues bien, uno de estos alimentos (o mejor dicho, bebida) está desaconsejado por los nutricionistas en España.
Y aunque no se trate de un "mal alimento", o de que sea perjudicial para la salud, lo cierto es que sus azúcares no siempre son adecuados, sobre todo sabiendo que existe una alternativa mejor. Pero, ¿qué bebida es?
Por qué el zumo de naranja no es la mejor opción
En efecto, se trata del zumo de naranja. La naranja es una importante fuente de vitaminas A, B y C, además de ser rica en betacarotenos y flavonoides. También tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
Por estas razones, y también por su buen sabor, es habitual que incorporemos el zumo de naranja en nuestros desayunos, ya sea en casa o cuando vamos a desayunar fuera. Sin embargo, según algunos nutricionistas no es la mejor opción (y hay una alternativa mejor).
La realidad es que la mayoría de los azúcares naturales presentes en la fruta se encuentran en el líquido después de extraer la pulpa y la piel. Pero además, en el caso de los zumos que no son naturales, a menudo se añaden azúcares adicionales durante su elaboración, para mejorar su sabor y aumentar su vida útil.
La dietista Concepción Martínez así lo explica en El Español:
«El zumo de naranja, si no es casero, además de tener un precio muy por encima del que debería, está más cerca de ser una golosina que una comida saludable. El casero también, ya que nos quedamos con lo peor de la fruta y prescindimos de la mayoría de sus beneficios».
La mejor alternativa: la naranja entera
Qué ocurre, que los azúcares presentes en el zumo se metabolizan rápidamente en el cuerpo y esto puede ocasionar un aumento rápido de los niveles de azúcar en sangre y aumentar a su vez el riesgo de enfermedades crónicas, como la obesidad y la diabetes tipo 2.
Por eso la mejor alternativa al zumo de naranja es la fruta entera, porque contiene suficiente fibra como para moderar la absorción de azúcares. En este caso, la naranja entera contiene azúcar, pero es un azúcar que se encuentra ligado a la fibra, lo que facilita que lo absorbamos lentamente y sin picos de insulina. En los zumos, al quitar la pulpa de la fruta, el azúcar produce un aumento de glucosa que se transforma en grasa.
Y además, comer la fruta entera es más saciante que el zumo. Así lo explica Deborah García Bello, química y divulgadora científica, en Mejor con salud que:
«Comerse tres naranjas consigue saciar mucho más (gracias a la fibra de la pulpa) que si nos bebemos un zumo hecho con tres piezas de naranja.»
De esta forma, comer la fruta entera es mejor que hacerse el zumo, porque con la pieza entera se mantienen las vitaminas y la fibra dietética. Cuando exprimimos la fruta se pierden las pectinas, la celulosa y aumentan sus niveles de azúcar.
En cambio, comer la pulpa de la naranja regula los niveles de azúcar en la sangre y nos permite aprovechar al máximo todos los nutrientes saludables que contiene.
El zumo de naranja no debe sustituir a la fruta entera
Tampoco hace falta ser extremistas y eliminar por completo el zumo de los desayunos. Tan solo, que no sea un sustituto de la fruta. Así lo aclara Adriana Oroz, dietista-nutricionista especializada en nutrición, en una entrevista en La Voz de Galicia:
"Se puede tomar zumo, no pasa nada por tomarlo de vez en cuando, pero no debe ser el sustituto de la fruta entera porque al final se mastica, sacia a la persona, consume su fibra y así tiene sus beneficios. En el zumo, al final se acaba tomando tres naranjas de golpe, que se quedan sin fibra y con una cantidad de azúcar equivalente a varias piezas que enteras no se tomaría".
Así que, puestos a escoger, para desayunar mejor la fruta entera que el zumo, al menos de vez en cuando. ¡Tu salud te lo agradecerá!
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