"La amistad entre hombres y mujeres no existe". Seguro que has perdido la cuenta de la cantidad de veces que has escuchado esta frase. Pero, ¿realmente vamos a seguir cayendo en el antiguo y estereotipado pensamiento de la época de nuestros abuelos?
Hoy os vengo a hablar desde mi experiencia personal, que lógicamente no tiene por qué coincidir con la tuya. Pero en mi caso, y como mujer, he descubierto cómo sí es posible mantener una amistad (de años) con amigos hombres, y comparto contigo cuatro claves que me han ayudado a lograrlo.
La amistad entre hombres y mujeres es posible así
Si me pongo a pensar en las cosas que han ayudado a que la amistad con mis amigos del sexo contrario sea posible (y durante años), me vienen a la cabeza algunas ideas que comparto contigo:
1. Actuar con naturalidad
Creo que una de las cosas más importantes aquí es actuar con naturalidad, como actuarías con una amiga mujer siendo mujer (y hombre, siendo hombre). ¿Qué haces o harías con tus amigas mujeres? Pues seguramente, lo mismo que con tus amigos hombres.
Hablar de vuestras cosas, apoyaros mutuamente, hacer planes, reíros, contar el uno con el otro, disfrutar, salir a cenar... ¡Pues lo mismo! Al final, se trata de ser natural y de dejar a un lado estereotipos y prejuicios asociados a la amistad entre hombres y mujeres. P lograr esto nos ayudarán les tres claves siguientes.
2. Comunicación sana, clara y sincera (siempre)
La comunicación es otro elemento clave en cualquier relación humana, ya sea entre amigos, familiares, conocidos, con la pareja... Resulta esencial para entender siempre en qué punto está la otra persona, qué necesita, qué no... Y para resolver juntos cualquier problemática que pueda surgir.
Hablo de tener una comunicación abierta, empática, respetuosa y sin tapujos. De decirnos las cosas que nos molestan claramente, y de aprender a decir "no" cuando lo sintamos, con plena confianza.
Y aquí también entra en juego la honestidad; por ejemplo, si alguno de los dos, en algún momento, siente algo más que amistad, que lo exprese. Y sobre todo, la sinceridad (si detectamos algo "raro" en el otro, o en uno mismo, hablarlo).
3. Aclarar cualquier malentendido y la honestidad ante todo
Y enlazo el punto anterior con este de aclarar cualquier malentendido. Esto me ha ayudado sobre todo a "filtrar" esos amigos que tal vez, estaban interesados en algo más que en una amistad (algo que también me ha podido pasar a mí). Me refiero a hablar las cosas con claridad, preguntar, indagar y resolver los conflictos.
Y es que, en este terreno especialmente, a veces podemos "confundirnos" y pensar que un amigo es algo más, pero que en realidad, sea más el cariño o la intimidad y todo lo vivido que otra cosa (o no, pero para eso hace falta introspección y honestidad con uno mismo).
Esto le puede pasar a ambas partes, pero resulta clave aclararlo e indagar en lo que cada uno siente realmente, para evitar malentendidos. Y si uno de los dos siente algo más y no es correspondido, es importante poner límites (a veces será necesario poner fin a la amistad).
4. Cuidar la amistad (como se cuidan a los amigos)
Finalmente, y relacionado con el primer punto, me parece crucial cuidar la amistad (como cuidarías a cualquier amigo, sea del sexo que sea), para que ésta perdure largos años, aunque tal vez resulte evidente.
Y cuando hablo de cuidar me refiero a reservar tiempo para pasar con ese amigo o amiga, seguir en contacto, hacer esfuerzos para verse, apoyar al otro aunque a veces la propia vida ya sea complicada, ser sinceros...
En definitiva, estar al lado de la otra persona y procurar que se trate siempre de una relación de tú a tú, igualitaria, sea entre hombres, mujeres u hombres y mujeres. Lo importante es que ¡la amistad sea verdadera!
Foto | Portada (Película La boda de mi mejor amigo, 1997)