Qué significa ser un amigo flotante y por qué puede ser algo positivo, según expertos en amistad

Qué significa ser un amigo flotante y por qué puede ser algo positivo, según expertos en amistad
Sin comentarios

Tal vez, cuando pensamos en la amistad, nos imaginemos esos grupos de amigos inseparables, como los de las series o películas que hemos visto durante años. Pero claro, no todas las personas se sienten cómodas formando parte de un grupo cerrado.

De hecho, existe un tipo de amistad que se ha vuelto cada vez más visible en los últimos tiempos: el amigo flotante. Este término, popularizado gracias a las redes sociales, describe a aquellas personas que no se anclan a un grupo fijo (o que, aunque tengan amigos, 'no encajan en ningún grupo'), sino que se mueven con naturalidad entre distintos círculos sociales.

Y aunque a simple vista pueda parecer algo negativo, expertos en relaciones y amistad señalan que este estilo de amistad puede tener ciertas ventajas.

¿Qué es un amigo flotante?

Realmente, el término original fue "flotador social", que apareció por primera vez en Urban Dictionary en el año 2020, seguido por "amigo flotante", que obtuvo su propia definición en el sitio en 2023.

Un amigo flotante es alguien que mantiene vínculos sociales diversos sin formar parte de un núcleo cerrado. Según Hope Kelaher, terapeuta y autora de Here To Make Friends, este tipo de personas tienen "muchos amigos y conocidos, pero no se centran en un solo grupo".

En lugar de encontrar su identidad social en un entorno concreto, los amigos flotantes exploran diferentes relaciones, algo que les permite adaptarse mejor a distintas etapas de la vida.

Un ejemplo clásico de esta figura sería Stanford, el entrañable amigo de Sex and the City, que, a diferencia del grupo principal de amigas, se movía libremente por diferentes entornos. Este tipo de personas suelen ser sociables, curiosas y abiertas a nuevas experiencias, y esto les ayuda a descubrir facetas de sí mismas que quizá nunca habrían explorado si se limitaran a un único círculo social.

¿Por qué algunas personas flotan entre amistades?

La personalidad, la crianza y el apego construido en los primeros años de vida juegan un papel importante en la manera en que nos relacionamos con los demás.

Por ejemplo, según Irene Levine, Doctora en Psicología y experta en amistad, los introvertidos tienden a preferir relaciones más profundas y exclusivas, mientras que los extrovertidos disfrutan de conectar con muchas personas, lo que les lleva a flotar entre distintos grupos.

Ojo, esto no significa que todos los extrovertidos sean amigos flotantes, o que un introvertido no pueda ser un amigo flotante.

En general, los extrovertidos disfrutan de conectar con muchas personas, lo que les lleva a flotar entre distintos grupos.

Por otro lado, las personas que han vivido en diferentes ciudades o cambiado de escuela con frecuencia suelen acostumbrarse a conocer constantemente a nuevas personas. Esto les da una gran habilidad para integrarse en diferentes ambientes sociales sin depender de un grupo fijo.

Además, durante la adolescencia y la adultez temprana, el concepto de amistad se vuelve más dinámico. Kelaher explica que es una etapa en la que buscamos definir quiénes somos y, para ello, probamos distintas identidades sociales. Al hacerlo, flotamos entre grupos hasta encontrar el lugar donde nos sentimos cómodos.

Estas son las ventajas de ser un amigo flotante

Aunque ser un amigo flotante puede generar cierta inseguridad o sensación de desconexión, también tiene beneficios. Para empezar, este estilo de amistad fomenta el autoconocimiento y la apertura mental. Al relacionarte con personas de distintos entornos, aprendes más sobre sus perspectivas y, a la vez, sobre ti mismo.

Por ejemplo, tal vez nunca habías considerado el senderismo como una actividad interesante, pero al hacer amistad con un grupo de excursionistas, descubres una nueva pasión. O quizás no te habías planteado explorar el arte contemporáneo hasta que un conocido te invitó a una exposición. Flotar entre grupos amplía tus horizontes y te ofrece la oportunidad de descubrir nuevas partes de ti.

Asimismo, según Levine, este tipo de amistades pueden ser útiles en diferentes momentos de la vida. Si en tu juventud disfrutabas del dinamismo y la variedad de relaciones, más adelante puedes buscar estabilidad y apoyo emocional en amistades más sólidas. No hay un único modelo de amistad correcto; lo importante es encontrar lo que se ajuste a tu realidad y anhelos en cada etapa.

Los riesgos de ser un amigo flotante

Pese a sus ventajas, este estilo de amistad también presenta algunos retos. Uno de los más comunes es la superficialidad en las relaciones. Al moverte constantemente entre grupos, puede ser difícil construir vínculos profundos y significativos.

Además, algunas personas que adoptan este rol pueden sentirse solas, ya que no siempre tienen un círculo al que acudir cuando necesitan apoyo. Es frecuente que se perciban como autosuficientes y, por tanto, sus amigos asuman que no necesitan compañía o ayuda.

Para evitar caer en la superficialidad, los expertos recomiendan dedicar tiempo a cultivar relaciones de calidad, independientemente del grupo al que pertenezcan. Así, no se trata de tener muchas amistades, sino de mantener algunas que aporten valor real a tu vida.

Amigo flotante, ¿sí o no? Cómo encontrar el equilibrio

Si te identificas como un amigo flotante, es importante que aprendas a equilibrar la amplitud de tus relaciones con la profundidad de algunas de ellas. No todas las amistades deben ser profundas y significativas, pero sí puede resultar positivo tener una o dos relaciones que te ofrezcan un apoyo emocional real y una conexión auténtica.

Una estrategia útil es involucrarte en actividades regulares que te permitan ver a las mismas personas con frecuencia. Por ejemplo, asistir a una clase semanal de yoga o unirte a un club de lectura te ayudará a mantener cierta estabilidad en tus vínculos sociales, mientras sigues disfrutando de la diversidad de tus relaciones.

Eso sí, es algo que te debe apetecer, no algo que te 'obligues a hacer'. Sea como sea, y como señala Kelaher, lo importante es prestar atención a dónde inviertes tu tiempo y asegurarte de que las amistades que cultivas te aporten algo valioso. Al final, la amistad no se mide por la cantidad de personas que te rodean, sino por la conexión auténtica, aunque sea imperfecta, que consigues crear con ellas.

Foto | Portada (Montaje propio; Freepik 1 y Freepik 2)

Temas
Inicio