Ser mamá en estos tiempos -comparado con las madres de generaciones anteriores- tiene muchas ventajas, que en gran parte se deben a la tecnología. Gracias a ella, tenemos al alcance de nuestras manos información valiosa e importante para la crianza de nuestros hijos, desde su alimentación y cuidados, hasta su salud emocional.
Pero también, la tecnología nos da otra cosa que nuestras madres y las de generaciones no tenían: acceso a la maternidad de mujeres que no conocemos (¡y que incluso ni siquiera viven en el mismo continente!) a través de las redes sociales. Esto en particular ha tenido sus ventajas y desventajas.
Por un lado, lograr conectar con otras mamás en redes sociales nos ayuda a encontrar nuestra tribu, ese grupo de mujeres tan necesario para acompañarnos en la maternidad. Pero por otro, hace que muchas inevitablemente caigamos en la trampa de la comparación.
Sobre este último punto voy a hablar hoy, tras conocer los resultados de una nueva investigación, en la que se encontró que las mamás influencers en las redes sociales afectan negativamente la salud mental de las madres, al mostrar una maternidad idealizada.
Las comparaciones y la maternidad aparentemente perfecta
Publicado en la revista 'Computers in Human Behavior', este nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Missouri analizó el impacto de las redes sociales, específicamente de Instagram, en la salud mental de las madres.
Titulada "Comparisons to picture-perfect motherhood: How Instagram's idealized portrayals of motherhood affect new mothers' well-being" ("Comparaciones con la maternidad perfecta: cómo las representaciones idealizadas de la maternidad en Instagram afectan el bienestar de las nuevas madres"), esta nueva investigación tuvo como objetivo proveer evidencia de que las madres recientes comparan su maternidad con la que ven en redes sociales, y que la exposición a una maternidad idealizada puede tener un efecto dañino y negativo.
Con la participación de 464 madres con hijos de tres años de edad o menos, los autores realizaron un experimento online para probarlo. Las participantes fueron expuestas a 20 publicaciones de Instagram que retrataban la maternidad de diferentes formas (idealizada frente a una no idealizada) y que habían sido compartidas por diferentes madres (una mamá "influencer" contra una mamá común).
Las publicaciones idealizadas, explican los autores, mostraban imágenes de una maternidad idealista y admirable, que estaban enfocadas en los aspectos positivos de la crianza y no mencionaban ninguna de las dificultades de ella, mientras que las imágenes de una maternidad no idealizada mostraban una representación más auténtica y no idealista de la maternidad, que incluía la mención de las dificultades que suelen estar asociadas con la crianza de los hijos.
Después de esta primera parte del estudio, se pidió a las madres que respondieran unas métricas entre las que se incluía las comparaciones de su situación social y las similitudes que habían percibido con las publicaciones, así como analizar sus niveles de envidia y su estado de ansiedad.
De acuerdo con los resultados que obtuvieron los investigadores tras analizar las respuestas de las madres, se encontró que las mamás recientes tienden a hacer más comparaciones sociales, pero además perciben una mayor similitud en las representaciones de la maternidad que no son idealizadas y provienen de mamás comunes, en comparación con las madres "influencers".
El segundo hallazgo, fue que independientemente de quién había compartido la publicación, las madres manifestaban que las representaciones de una maternidad idealizada les generaban niveles signifivativamente más altos de envidia y ansiedad, lo que en consecuencia resulta perjudicial y dañino para su salud mental.
Esta no es la primera investigación que analiza los efectos de las redes sociales en las madres. Un estudio realizado en 2017 analizó el impacto de Facebook, encontrando que esta red social estaba relacionada con altos niveles de estrés en las nuevas madres sobre su desempeño maternal.
Las redes sociales y la maternidad
Personalmente, este es un tema que siempre capta mi atención porque yo misma he sufrido algunos de los efectos que ha arrojado el estudio de Instagram. A pesar de saber que estoy haciendo un buen papel como madre al ver que mi hija se desarrolla sana y feliz, los días difíciles hacen que a veces aparezca esta preguntita tan molesta: ¿lo estaré haciendo bien?
Si esa inseguridad que muchas madres tenemos de vez en cuando, la combinamos con las publicaciones de maternidad perfecta e idealizada que solemos ver en redes sociales, la comparación y el sentimiento de insuficiencia se hacen presentes.
Desde luego, hay que reconocer nuestra parte de responsabilidad en ello. Por mucho tiempo, las redes sociales y la maternidad idealizada que presentaban muchas madres "influencers" solían afectarme, hasta que decidí que estaba en mí que esto ya no continuara.
Recordar que la maternidad no es como se mira en redes sociales es una de las principales claves para que éstas no nos afecten. Tener presente que lo que vemos es solo una diminuta parte de la vida de otros (y entender que es natural que las personas publiquen la parte "bonita" de la vida y no sus malos ratos), nos ayuda a no perdernos en esos sentimientos negativos.
Si esto no funciona y las redes sociales continúan afectándote, puedes hacer lo que yo eventualmente terminé haciendo (aunque aclaro que puede ser visto como una medida extrema): desconectar por completo de las publicaciones de maternidad en Instagram, dejando incluso de usar con frecuencia mi cuenta enfocada a la maternidad.
Esta solución, que es una que muchas otras madres también han tomado, me ha ayudado a confiar más en mí como madre y me ha traído la paz mental que tanta falta me hacía.
Foto de portada | Kev Costello en Unsplash