El vínculo entre madres e hijos es indudablemente uno de los más fuertes que existen. Desde el nacimiento y durante la infancia, mamá suele ser ese lugar seguro, en el que todo dolor acaba y el cariño de un abrazo materno cura todas las heridas.
Pero además de la infancia, tener una relación cercana con mamá cuando se es mayor continúa siendo importante. Por ejemplo, de acuerdo con un estudio reciente, tener una relación cercana y amorosa con su madre, evita que los adolescentes tengan relaciones abusivas o violentas.
La educación emocional es algo en lo que debemos trabajar con nuestros hijos desde temprana edad, pues además de ayudar a prepararlos para gestionar mejor sus sentimientos y emociones, les ayudará a que en el futuro puedan tener relaciones saludables.
Mantener un vínculo afectivo cercano y amoroso con nuestros hijos no solo los prepara para tener la seguridad e independencia de explorar el mundo real, sino también, les enseña mucho acerca de cómo deben ser tratados por otras personas y cómo deben tratar a los demás.
Como prueba de esto, tenemos un reciente estudio que analizó la relación que existe entre los adolescentes y sus madres, encontrando que el tipo de vínculo que tienen puede ayudarles a elegir mejor el tipo de relaciones que tendrán con otras personas, e incluso evitar que entren en relaciones abusivas o violentas.
De acuerdo con este nuevo estudio, indica que la relación con sus madres podría determinar e incluso ayudar a prevenir que esto suceda, ya que el tener una relación amorosa entre madres e hijos adolescentes funciona como un refuerzo para mejorar sus niveles de autoestima y valor propio.
Los jóvenes que participaron llenaron encuestas a los 13 años y posteriormente a los 17 y 18 años, donde respondían preguntas acerca de si habían sido expuestos o no a conflictos entre sus padres como pareja, sobre la percepción que tenían con sus madres y si habían tenido alguna relación de pareja donde hubiera abuso o violencia.
Los resultados mostraron que los adolescentes que habían experimentado buenos comportamientos de crianza positivos por parte de su madre cuando tenían 13 años, tenían menores probabilidades de tener noviazgos o relaciones románticas violentas o abusivas, incluso si entre sus padres había conflictos (como divorcio o una mala relación de pareja).
Esto también contradice lo que investigaciones anteriores habían afirmado, ya que se pensaba que si un adolescente veía conflictos entre sus padres desde temprana edad, tenía mayores riesgos de experimentar abuso o violencia en sus futuras relaciones románticas, pero de acuerdo con esta investigación, un lazo fuerte y amoroso con la madre ayudaría a evitar que se repitan patrones.
Por esto, y porque siempre debemos buscar tener una relación cercana a nuestros hijos, es importante que durante la adolescencia les ayudemos a superar las inseguridades propias de esta etapa, en la que pasan por grandes cambios, y por ende, comienzan a ser más conscientes y a preocuparse más por su imagen.
En esta etapa es necesario recordar no caer en acciones o comentarios que puedan dañar no solo nuestra relación, sino trabajar en fortalecer el vínculo con ellos, así como su autoestima y amor propio, pues es una etapa en la que muchos comienzan a tener sus primeras relaciones de pareja, por lo que es importante que les preparemos para que sepan cómo deben ser tratados, y esto lo lograremos mostrándoles respeto y amor.
Foto | iStock
Vía | EurekAlert
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