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Según un entendido en la materia del Instituto Nacional de Maryland, el consumo durante el embarazo de omega3, de alto contenido en los pescados, ayuda a potenciar la inteligencia, la coordinación motora y la tendencia a actitudes sociales de los pequeños.
El análisis revela que los beneficios de tener una dieta rica en omega3 son mayores que los riesgos, ya que en muchos casos se desaconseja el consumo exagerado de pescados azules por el mercurio que le pueda pasar al feto.
Pues eso. Si quieres que tu hijo sea haga amigos fácilmente, a comer pescado.
Vía | Terra
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