Esta semana comienza la temporada escolar en nuestro país y con el fin de educar a padres e hijos sobre los cuidados de la espalda de los niños, la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) nos ofrece consejos para que la mochila del colegio no perjudique a la salud de los niños.
Para empezar, el tamaño de la mochila tiene que ser adecuado a la edad y la talla del niños, pues si se compra grande esperando que le sirva durante muchos años, lo que se puede conseguir es que el peso de la mochila perjudique a la zona lumbar, mucho más sensible que la zona dorsal.
La CECU afirma que “la mochila ideal es la que descansa y se adapta a la curva que forman las vértebras dorsales, cuidando que su parte baja quede unos cinco centímetros por encima de la cintura”.
El peso que el niño debe soportar en su espalda no debe superar el equivalente al 10% ó 15% de su peso, esto puede variar según la constitución, la edad y el estado físico del niño. Pero como sucede en muchas ocasiones, también hay expertos, como es el caso del equipo del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, que asegura que las mochilas escolares no provocan desviaciones ni aumentan la curvatura de la columna, aunque si la presión sufrida en las articulaciones por culpa del peso es excesiva, sí producen dolor.
También afirman ciertos traumatólogos que el peso del material escolar no es una carga tan pesada como para provocar lesiones de columna, tema que no compartimos en absoluto.
Nosotros recomendamos que a pesar de que algunos expertos otorguen recomendaciones médicas que afirman que la salud del niño no se ve afectada por la mochila escolar, velen siempre por su hijo, prevenir y adecuar la carga al niño para que no sufra consecuencias que pueden o no suceder, siempre será beneficioso.
Siguiendo el hilo de la noticia, la CECU recomienda también que al comprar una mochila hay que cerciorarse de que tenga tirantes de regulación y un sistema que fije la mochila a la altura de la cintura. El mayor peso que se introduzca en la mochila debe estar pegado a la espalda, zona de la mochila que deberá estar acolchada y aprovechar todos los compartimentos o separadores de ésta para repartir en la medida de lo posible el peso de los objetos a transportar.
Otros hábitos que deben adquirir los niños son, por ejemplo, la técnica que deben realizar al levantar la mochila, flexionando las piernas y haciendo la fuerza con ellas.
Podéis ver una infografía sobre ergonomía infantil en el vínculo que ponemos a continuación, y recordad, la higiene postural y los cuidados de la espalda deben iniciarse y mantenerse toda la vida.
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