La más efectiva de las maneras de aprender es hacer, sobre todo si lo que se hace, se disfruta y llega a tener importancia en nuestras vivencias. Esto, que ya se considera incuestionable, es indispensable que se aplique a la práctica pedagógica.
Así que hoy, enlazando el final del verano que ha llegado hace poco y la necesidad de seguir ofreciéndoles a los niños actividades educativas lúdicas ahora que han comenzado las clases, os proponemos este taller de Arqueología para pequeños investigadores.
Nuestro último artículo del Especial Verano con Niños, aunque, estamos seguros, que este taller podéis hacerlo en cualquier época del año si abrigamos bien a los niños.
Ice Age
Seguro que vuestros hijos conocen a Diego, Manny y Sid. Aqui los tenemos a ellos y al resto de sus amigos sorprendidos por la gran glaciación. Nuestra propuesta es que les ayudéis a salir de nuevo al aire libre porque ¿no os gustaría ver Ice Age 4 pronto?
Por supuesto, la actividad la podemos realizar con cualquier objeto o muñeco, pero estos, si los tenéis, causan sensación.
Es muy sencillo. Colocaremos las figuritas en un molde grande de plástico, una fiambrera por ejemplo, y los cubriremos con agua. Podemos dejarla transparente o añadir unas gotas de colorante alimentario para hacerla más turbia si queremos. Luego, al congelador unas horas.
Cuando el agua esté helada es el momento de empezar a trabajar. Desmoldaremos el bloque de hielo bajo el chorro del grifo y nuestros pequeños arqueólogos pueden empezar a trabajar rompiendo el hielo hasta extraer los supuestos restos de seres que vivieron en la glaciación.
Os aconsejamos, eso si, proporcionarles unas gafas para proteger sus ojos de alguna lasca de hielo que pueda saltar. Van a pasarlo genial.
Arqueólogos en el jardín
Otra idea es hacer un poco de arqueología en nuestro jardín o en el parque. Tenemos, previamente, que enterrar algunos objetos: piedras de colores, algún muñequito que represente animales prehistóricos, huesos de esos con los que juegan los perros, piedras talladas que parezcan instrumentos de los hombres primitivos, trozos de cerámica rota, en realidad, cualquier cosa que podamos jugar a que es un resto arqueológico que vamos a desenterrar.
Elegido el terreno enterraremos los restos y los volveremos a cubrir. Luego, con los niños, a los que seguro que les encanta prepararse para la ocasión, acotaremos el terrenos con marcadores y cuerdas, y, con cuidado, comenzaremos a excavar con delicadeza, para no romper nuestros tesoros.
Cada descubrimiento seguro que levanta expectación y además, si podemos, iremos fotografiándolos y apuntando sus características en un cuaderno de campo que, terminado, servirá como recordatorio del divertido taller.
Hijos del bosque
Terminaremos el taller jugando. Plantearemos un escenario: formamos parte de un grupo de hombres prehistóricos y vamos a reproducir su forma de vida.
Propondremos a los niños pintarse las caras como "los hijos del bosque" con lineas de colores, símblolos o cualquier cosa que inventemos que sería el signo por el que se reconocen los miembros de nuestra tribu y usan, además, para camuflarse.
Luego podemos proponer diferentes actividades: buscar piedras que pudieran servirnos, recoger madera para una fogata (la fogata, por favor, inmaginaria), hacer una choza con palos o mantas, ir a explorar, buscar un manantial (o fuente), conseguir alimentos y prepararlos.
Terminaremos nuestro taller de Arqueología, por supuesto, con una danza tribal en círculo. Y aviso, los adultos tendréis también que danzar.
En Bebés y más | Taller de ciencias: merienda para pequeños científicos, Taller veraniego de ciencias: agua, globos y refrescos, Educa-ciencia, talleres de astronomía para niños, Talleres de verano en el Museo de Ciencias de Madrid, Los viajes de la patata, taller del Museo de América, Mantequilla casera, nutrición y diversión