Se calcula que aproximadamente un dos por ciento de la población mundial tiene altas capacidades, y el hecho de ser un grupo tan reducido ha contribuido a que se tenga una imagen muy homogénea de quienes comparten la peculiaridad de contar con una capacidad de aprendizaje muy superior a la del común de los mortales.
El perfil más extendido es el del niño solitario, que se aburre en clase y al que no se le suelen dar bien los deportes. Pero. ¿tiene esa percepción social alguna base? Los expertos afirman que no, aunque hay factores que pueden contribuir a que se extiendan esos mitos sobre ellos.
Verónica Marina Guillén Martín, profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya, explica qué hay de cierto, y qué de leyenda, en estas diez situaciones que se suelen asociar a los niños y las niñas con altas capacidades.
Se aburren en clase
Es una de las creencias más extendidas y según los expertos puede tener algo de cierto. Como explica la profesora Verónica Marina Guillén, cuando las clases se organizan en torno a la repetición de algunos contenidos teóricos y a la realización de ejercicios mecánicos que no suponen un reto, es probable que muchos niños con altas capacidades no encuentren motivación ni interés por el desarrollo de la actividad. Esto se puede traducir fácilmente en aburrimiento.
Por eso, los especialistas consideran importante que desde los centros educativos se permita a cada alumno seguir su propio ritmo de aprendizaje y evitar tareas repetitivas sobre ámbitos ya dominados que pueden llegar a provocar rechazo en el alumnado con altas capacidades.
Les cuesta socializar
Al igual que nos sucede a cualquier persona, habrá niños con altas capacidades que sean más o menos tímidos o extrovertidos, no constituyendo este un rasgo relacionado con su alta capacidad.
Sin embargo, los problemas para crear vínculos con sus compañeros de clase sí pueden ser un signo de alarma, pues "en muchas ocasiones existe un desajuste entre su nivel intelectual y su nivel de desarrollo evolutivo, no encontrando intereses comunes con sus iguales", señala Guillén Martín.
Además, la experta añade que esta situación puede hacer que el niño se sienta incomprendido y aislado, por lo que resulta fundamental el trabajo en el ámbito emocional y socioafectivo desde el centro educativo
Son "buenos" en todo
Tener altas capacidades es un término amplio que engloba muchos tipos de excepcionalidad, pues incluye desde alumnos con una sobredotación intelectual general, hasta alumnos con un talento simple en una única disciplina. También podemos encontrar estudiantes con talentos complejos, que incluyen varias áreas, pero no todas.
Por lo tanto, no es real que todos los niños y niñas con altas capacidades sean "buenos" en todo.
No se les dan bien los deportes
Este es uno de los mitos más extendidos por el hecho de que, para quienes tienen una alta capacidad centrada en las áreas académicas, otras disciplinas, como las deportivas, pueden no ser tan destacadas.
Aunque según Guillén Martín hay casos en los que puede llegar a producirse "una disincronía significativa entre los niveles de desarrollo intelectual y psicomotriz", también hay alumnos con altas capacidades que presenta un talento deportivo.
Hay más niños que niñas con altas capacidades
Es un mito que haya más niños que niñas con altas capacidades, pero lo que ocurre es que las niñas se identifican en menor medida.
Según explica la experta, aunque en general hay un importante infradiagnóstico de las altas capacidades, este es especialmente llamativo en el caso de las niñas. Entre las posibles razones, Guillén Martín señala que el sistema educativo suele comenzar a detectar las altas capacidades cuando existen "problemáticas asociadas derivadas, en muchas ocasiones, del malestar que siente el alumnado hacia el propio sistema. En el caso de las niñas, estas suelen tener una conducta más adaptada e intentan pasar desapercibidas y no sobresalir, lo que las aleja aún más de la identificación".
La aceleración de curso es imprescindible para evitar rendimientos mediocres o fracaso escolar
En opinión de Verónica Marina Guillén Martín, son muchos los aspectos a tener en cuenta para tomar este tipo de decisiones, ya que no solo se valoran criterios académicos, sino también aspectos socioafectivos que garanticen el mejor ajuste posible del niño dentro del grupo de referencia.
"En realidad, lo realmente importante para asegurar el éxito educativo es que haya flexibilidad en el currículum, que se propongan retos que mantengan motivado al alumnado y que se ofrezcan alternativas de enriquecimiento que les permitan seguir profundizando en los aspectos que deseen", asegura la profesora experta en altas capacidades.
El cerebro de un niño con altas capacidades es diferente
La investigación ha demostrado que el procesamiento y la gestión de la información es diferente tanto cuantitativa como cualitativamente en el caso del alumnado con altas capacidades.
Según una investigación publicada en la revista Nature, el cerebro de las personas tiene un desarrollo y una configuración morfológica final diferentes. Aunque, según la profesora de la UOC, "lo realmente importante es la heterogeneidad que encontramos dentro de este grupo y que los centros educativos sean capaces de adaptarse a las necesidades individuales de cada uno de sus estudiantes".
Pueden aprender a leer o a realizar operaciones matemáticas sin ayuda
Uno de los mitos más extendidos y, en opinión de los expertos de los más perjudiciales, es el que asegura que las personas con altas capacidades no tienen necesidades, o si las tienen son cubiertas de manera autónoma gracias a su alta capacidad.
Si se parte de esa premisa y no se ofrece a este alumnado las ayudas que necesita, "se le estará negando la oportunidad de desarrollar al máximo sus capacidades", recuerda Verónica Marina Guillén Martín. Y añade que precisamente por su alto potencial, este alumnado necesita ayudas específicas y retos que vayan más allá de los que actualmente se presentan en las escuelas y que permitan cubrir sus expectativas e intereses intelectuales para evitar que se produzca un progresivo desinterés que pueda terminar, incluso, en abandono escolar.
"Igualmente, este tipo de alumnado necesita, en muchas ocasiones, orientaciones para gestionar su autorregulación, organizarse, desarrollar procesos de toma de decisiones, aprender técnicas de estudio... Es común que en etapas educativas avanzadas que incluyen contenidos más complicados se produzca un fracaso derivado de la poca capacidad de esfuerzo y hábito de estudio que ha desarrollado en las etapas anteriores", sostiene.
Sus capacidades son innatas y estáticas
En esto, quienes tienen altas capacidades no son diferentes al resto: todos nacemos con un potencial que se desarrollará en mayor o menor medida dependiendo de la estimulación ambiental que recibamos. Y en el caso de los niños y las niñas con altas capacidades ocurre lo mismo.
"Si no se les estimula correctamente desde todos los ámbitos, estaremos negándoles la oportunidad de desarrollar al máximo sus capacidades y no llegarán a tener un rendimiento óptimo", afirma la profesora experta en la materia.
Los niños superdotados son personas sobreestimuladas por sus padres
Que necesiten estimulación del entorno para desarrollar sus capacidades al máximo no significa que una mera estimulación pueda ser suficiente para identificar un niño o una niña como una persona con altas capacidades. Se necesita un potencial genético para ello.
No obstante, que haya una buena estimulación familiar y escolar es fundamental para el pleno desarrollo, pero sin llegar a la sobreestimulación, pues puede ser contraproducente ya que se ejerce sobre el niño una presión que puede llegar a desmotivarle.
Fotos | iStock
Vía | Universitat Oberta de Catalunya
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