Cómo sobrevivir a una TTOG o 'curva de glucosa larga' (mi experiencia)
Uno de los análisis más esperados por las embarazadas es el test de Sullivan, que sirve para indicar si padecemos o nos acercamos peligrosamente a sufrir de diabetes gestacional. Es famosa porque debes beber glucosa y te deben tomar muestras de sangre antes y después, aunque la parte desagradable aparece si los resultados son sospechosos. En este caso te mandarán hacerte la TTOG o 'curva de glucosa larga', como les llaman algunas personas, porque su duración y por supuesto la incomodidad, se triplica. Justo acabo de pasar por ella, así que os cuento todo el relato por si le puede ayudar a otras futuras madres.
¿Qué es la diabetes gestacional?
Es una clase de diabetes que solo se presenta en el embarazo, y que se manifiesta a través de unos niveles de glucosa en sangre superior a los normales. De no ser controlada, esta puede desencadenar en problemas como malformaciones en el bebé, problemas cardíacos, obesidad e incluso puede poner en riesgo su vida.
En caso de que la prueba arroje un resultado positivo (es decir, si es igual o superior a 140 mg/dl de glucosa en sangre), se ordena el Test de Tolerancia Oral a la Glucosa (o TTOG), una prueba más larga aunque de procedimiento similar al de O'Sullivan.
Qué es una curva de glucosa y cómo se realiza este análisis?
La curva de glucosa es el análisis que permite evaluar el comportamiento de la glucosa en la sangre durante un espacio de tiempo. A medida que se digiere, los niveles en sangre deben ir disminuyendo y formando una especie de curva (de ahí su nombre).
Este análisis tiene un procedimiento mucho más largo que el test de O'Sullivan, ya que en ese sólo hace falta una muestra de sangre, mientras que en esta se necesitan cuatro extracciones: una en ayunas, otra tras beber la glucosa (que tiene el doble de concentración que se utiliza en el test y por lo tanto es mucho más dulce), y otras tres con un lapso de espera de una hora entre ellas.
Aunque en teoría es necesario hacer una dieta especial durante los días previos a la prueba y hacer ayuno durante unas 10 a 12 horas antes, lo cierto es que mi ginecóloga no me dijo nada de esto y comi con normalidad. Afortunadamente lo que consumí no se aleja mucho de las recomendaciones así que no me preocupa la fiabilidad de los resultados, pero si estáis próximas a realizaros esta prueba, es mejor que le preguntéis a vuestro médico al respecto.
¿Qué molestias se pueden presentar durante el análisis?
El hecho de tomar una cantidad de glucosa tan alta estando en ayunas puede provocar mareos, vómitos (si esto sucede, por supuesto se tiene que repetir la prueba), y en general sensación de debilidad. Obviamente cada cuerpo es un mundo y no todas reaccionamos de la misma forma ante esa dosis, así que te puedes encontrar en la consulta con mujeres con mal semblante y otras como si acabasen de tomar un refresco.
En mi caso hubo de todo: de inmediato sentí el sabor mucho más intenso de la glucosa pero me la bebí de un solo trago por recomendación de la enfermera. Tras eso no sentí absolutamente ninguna sensación desagradable y me senté tranquilamente a esperar la hora para la siguiente extracción de sangre.
Tras la segunda seguí encontrándome bien, así que pensé que la superaría perfectamente. Sin embargo tras la tercera comencé a sentirme mal, sobre todo con el estómago muy revuelto y con algo de mareo. Afortunadamente pude llegar a la última extracción sin problema (aunque me costó un poco, debo reconocerlo), pero cada vez sintiéndome peor, sin hambre, muy débil y mareada. Al finalizarla me recomendaron no consumir azúcar durante el resto del día y caminar al menos dos horas para ayudarle al cuerpo a digerir la glucosa.
Lo cierto es que antes de comer algo no pude aguantar más las náuseas y tuve que devolverlo todo (siento la descripción, pero fue así), y creo que fue lo mejor que pude haber hecho porque de inmediato comencé a sentirme mejor. Después de un vaso de agua el apetito volvió y pude desayunar con tranquilidad, aunque la sensación de cansancio no desapareció hasta que pude dormir un poco.
Por ese episodio pensé que el análisis daría positivo en diabetes gestacional pero afortunadamente no fue así, así que el hecho de tener malestar durante la prueba no te garantiza el resultado de la misma.
¿Qué se puede hacer para sobrellevarla mejor?
Teniendo en cuenta que la prueba es incómoda por el tiempo que vas a pasar allí, porque no te puedes mover y porque puedes llegar a sentirte con mareos y náuseas, lo más importante es asisitir acompañada, llevar algo con lo que puedas entretenerte (un libro, una tablet...), y sobre todo ir con la mente fuerte pensando en que por muy desagradable que sea la vas a superar. Puede que suene un poco raro, pero realmente es la única herramienta con la que dispones para que no se te haga muy pesada, aunque al final igual sois de las afortunadas que ni lo notan.
¿Alguna de vosotras tuvo que pasar por este análisis?... ¿nos contáis vuestra experiencia?.
Imágenes | Daniel Lobo en Flickr, Thinkstock
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