La vitamina D es un nutriente esencial, especialmente durante el embarazo, ya que contribuye al desarrollo óseo y el desarrollo cognitivo del bebé, así como a reducir el riesgo de preeclampsia y de diabetes gestacional en la madre.
Pero además, tomar vitamina D en el embarazo podría reducir sustancialmente las posibilidades de que el bebé sufra eccema atópico en los primeros meses de vida, según un estudio.
La investigación, publicada en el British Journal of Dermatology, concluye que los bebés tenían un menor riesgo de desarrollar eccema atópico en su primer año si sus madres tomaban 1000 unidades internacionales (UI) de vitamina D al día desde que tenían 14 semanas de embarazo hasta el nacimiento. El efecto se observó particularmente en los bebés que luego fueron amamantados durante más de un mes.
El eccema atópico es una afección inflamatoria crónica de la piel que tiene un gran impacto en los pacientes, sus familias y la atención médica. Se cree que afecta a uno de cada seis niños de uno a cinco años, y ha habido un aumento global en las últimas décadas.
Los expertos encontraron beneficios a los 12 meses, pero no encontraron ningún efecto a los 24 y 48 meses, lo que sugiere que otras influencias posnatales podrían volverse más importantes más allá de la infancia o que los propios bebés también podrían necesitar suplementos durante el período posnatal para lograr un efecto sostenido.
Actualmente no hay intervenciones prenatales probadas para reducir la incidencia del eccema atópico infantil en la población general, por lo que estudio como este podrían abrir la puerta a una suplementación nutricional durante la gestación.
¿Dónde se obtiene vitamina D?
Se recomienda garantizar una exposición mínima de 15 minutos al sol tres o cuatro veces a la semana, o 10 minutos de cara y manos al día.
Si sufrimos déficit de vitamina D o estamos en riesgo, lo ideal es apostar por alimentos saludables ricos en este micronutriente para garantizar unos niveles adecuados en el organismo.
Entre los alimentos con vitamina D que puedes sumar a tu dieta encontramos principalmente los pescados azules (como el salmón, el arenque, el jurel, las sardinas y las anchoas), los lácteos, los huevos y los cereales enriquecidos.