Una de las actividades favoritas de los niños de casi cualquier edad es hacer plastilina. Yo lo tengo comprobado con mis hijos: con un bloque de plastilina pueden pasarse la tarde entera, imaginando, jugando y creando todo tipo de cosas.
Pero la plastilina es mucho más que un simple juego de entretenimiento, y hoy te vamos a explicar los múltiples beneficios que tiene para los niños. ¡No lo dudes, y hazte con un kit de plastilina para jugar en familia!
Desarrolla su creatividad
Los niños son auténticos genios de la imaginación, pero con el tiempo y la educación que reciben en casa y en el colegio, esa creatividad va muriendo poco a poco. Por eso, los expertos aconsejan ofrecer a los niños todo tipo de materiales que les permitan crear de la nada, o dar forma a las ideas que tienen en su cabeza.
Entre estos materiales (siempre asegurándonos previamente de que sean seguros y aptos para los niños) estarían los rotuladores, lápices de colores, acuarelas, pintura de dedos, ceras... y, por supuesto, la plastilina.
Deja que se exprese libremente y que plasme sus ideas con ayuda de la plastilina. Sin juicios, sin órdenes, y sin dirigirle en su creación o en los colores que debe utilizar. Simplemente, respetando sus tiempos y no poniendo límites a su asombrosa imaginación.
Estimula sus sentidos
Ablandar y calentar con las manos un bloque de plastilina, amasarla, hacer palitos, redondearla, aplastarla... la manipulación de la plastilina permite al niño descubrir, a través del tacto, una amplia variedad de formas geométricas y texturas.
Pero hacer plastilina también estimula otros sentidos, como la vista (mediante los colores, por ejemplo) y el olfato, ya que, en general, el olor a plastilina es muy dulce, agradable y algo que solemos recordar toda la vida.
Aprende sobre geometría y colores
"¿Por qué no se mantiene en pie esta figura que acabo de modelar con plastilina?" Esta simple pregunta hace que el niño ponga en marcha su creatividad a la hora de resolver problemas y buscar soluciones, al tiempo que aprende sobre los volúmenes, tamaños y proporciones de las cosas.
Modelando con plastilina, los niños tendrán una idea mucho más clara acerca del tamaño de los objetos cotidianos, además de que a diferencia de lo que ocurre cuando dibujan sobre un papel, estarán trabajando en tres dimensiones, al dotar de volumen sus creaciones.
También aprenderán lo que ocurre con los colores cuando se mezclan entre sí, y las diversas tonalidades que va alcanzando la plastilina a medida que incorporamos nuevos tonos a nuestra mezcla.
Trabaja la motricidad fina
Las habilidades motoras finas implican el uso de todos los músculos de las manos. Fomentar la motricidad fina es importante para el desarrollo del niño, tanto a nivel cognitivo y emocional como social. Además, realizando tareas de motricidad fina, el niño pequeño estará preparando sus manos para introducirse, más adelante, en el uso de herramientas de escritura.
Pero modelar plastilina también fomenta el desarrollo de la coordinación entre las manos y la vista, mejora la fuerza de los músculos de la mano, la destreza y la agilidad de los dedos.
Tiene un efecto relajante
Hacer plastilina es, según los expertos, una de las actividades infantiles más relajantes y tranquilizadoras que hay, de ahí que sea recomendada para calmar la ansiedad, o para niños que sufren estres, están inquietos o incluso en casos de hiperactividad o TDAH.
Favorece su concentración
Al igual que ocurre con el ajedrez o, en general, con la práctica de cualquier actividad manual, hacer plastilina mejora la capacidad de concentración del niño, pues le ayuda a ponerse metas a corto y largo plazo (diseñar una figura), y concentrarse en su trabajo para acabarlo.
Además, trabajar con los cinco sentidos puestos en el desarrollo de una idea, mantiene al niño ocupado durante un largo periodo de tiempo, convirtiendo la actividad en algo motivante para él.
Mejora su autoestima
Y mientras el niño avanza en el diseño en plastilina de su idea, su autoestima irá en aumento, pues se verá capaz de diseñar todo aquello que se proponga, así como de buscar soluciones o alernativas a los problemas que puedan surgir.
Por otro lado, es importante que nosotros reforcemos su autoestima alabando su capacidad de esfuerzo, y poniendo en valor el trabajo realizado. Y es que no hay nada más valioso para un niño que el reconocimiento de sus seres queridos.
Favorece las relaciones sociales
Si las actividades con plastilina se realizan en grupo (entre hermanos, familiares, amigos...), el niño estará también fomentando sus habilidades sociales y de comunicación, pues al tiempo que juega, estará explicando a otros lo que hace, o incluso aprendiendo a expresar con palabras ciertas acciones relacionadas.
Otro aspecto importante de hacer plastilina en compañía es el fomento del trabajo cooperativo, pues entre todos los integrantes del grupo podrán crear figuras comunes, compartir materiales, y ayudarse o darse ideas mutuamente para desarrollar sus trabajos.
Le ayudará a sentirse bien
Y como ocurre siempre que el niño juega y estimula su imaginación, el organismo liberará endorfinas que le proporcionarán felicidad y bienestar, pero también otros neurotransmisores como acetilcolina y dopamina, que le ayudarán no solo a mejorar su estado de ánimo, sino a favorecer su desarrollo cerebral.
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